Capital Iniesta
El futbolista del Barça invierte 420.000 euros en el Albacete, con 13 millones de deuda, y se convierte en su máximo accionista
Por más que atraiga todos los focos sobre el césped. Por más que su imagen se haya convertido en un filón para las marcas e infinidad de patrocinadores. Por más que haya alzado una ristra de títulos y su gol frente a Holanda en la final del Mundial 2010 recorriese el planeta de cabo a rabo, Andrés Iniesta no olvida sus orígenes, localizados en Fuentealbilla, un pequeño pueblo de la provincia de Albacete, a 43 kilómetros de la capital y de poco más de 2.000 habitantes. Allí creció el futbolista del Barça, al abrigo de su familia, y allí dio sus primeros pelotazos, sobre una pista de cemento y en canchas de tartán poco después, cuando ingresó a los ocho años en el Albacete Balompié, su Albacete. Un club al que el crack vio en su día jugar en Primera, pero que hoy deambula por la Segunda B, inmerso en una profunda crisis financiera que ha obligado a intervenir al jugador, siempre al rescate, con la pelota o sin ella. En este caso con una inyección de 420.000 euros que suponen un balón de oxígeno para la entidad y le convierten en su máximo accionista. "Una muestra más de su compromiso y el de su familia con nuestra tierra", explica aliviado Rafael Candel, su presidente.
Estrangulado económicamente, con una deuda cifrada en 13 millones y a la deriva tras caer a Segunda B el curso pasado, el Albacete solicitó el pasado mes de abril acogerse a concurso de acreedores. Posteriormente llevó a cabo una triple fase de ampliación de capital de 1,2 millones zanjada el pasado viernes, después de que Iniesta se hiciese con un paquete de 7.000 acciones de las casi 20.000 subastadas. En total, se han suscrito 15.077. "Una cantidad superior a la que esperábamos", admitía ayer Candel, que ha encontrado un salvavidas en el capital aportado por la estrella del Barça; "es todo un orgullo tener un socio como él. Encima suscribe de forma personal todas las acciones y no en nombre de una sociedad. Demuestra una vez más su amor al club". La irrupción de Iniesta no solo cubre las necesidades más inmediatas del Albacete -el pago de las fichas de los futbolistas, entre otras-, sino que se interpreta desde los despachos como un cebo para atraer más inversores y un excelente gancho para una futura campaña de abonados.
"Yo era del Albacete. Se han contado muchas historias, pero la realidad es esta", suele recordar Iniesta; "mi padre era simpatizante del Athletic, y yo del Albacete y del Barça, mi segundo equipo. Los fines de semana, como yo tenía pase por jugar en el alevín, iba a ver los partidos en Primera División. Estaban Josico, Salazar, Catali, jugó Oscar cedido por el Barcelona, Bjelica, Molina... Me tocó vivir un año muy bueno, el que ascendió. Yo lo celebré en el pueblo". Por eso vivió como un trago muy amargo el descenso del equipo en 2005 a Segunda, y por eso extiende ahora la chequera, respaldado por su padre, José Antonio, que pasará a ser adjunto del Consejo de Administración, hasta la Junta General Ordinaria que decidirá "si es el próximo vicepresidente deportivo".
Capital sobre el césped y fuera de él, la trascendencia de Iniesta ha aumentado como la espuma en los últimos años. El manchego ha participado en campañas solidarias y comerciales y ha sabido moverse con habilidad a través de las redes sociales. Desde que se dio de alta en Twitter y abrió su página en Facebook, el 24 de noviembre de 2009, ha superado todas sus expectativas. Actualmente, con 8.128.621 seguidores en Facebook y 1.960.213 en Twitter, es el español con más presencia en Internet.
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