El Bizkaia respira hondo
Los bilbaínos recuperan sus opciones en Europa tras vencer (97-75) al Nancy
El Gescrap Bizkaia logró una contundente victoria ayer ante el Nancy francés que resituó sus opciones en la Euroliga y eliminó los números rojos del average, ya que los de Fotis Katsikaris superaron los 14 puntos que el equipo de Jean Luc Monschau encajó en el primer encuentro entre ambos conjuntos. Fue una victoria por partida doble que se fraguó en un encuentro lleno de tensión que los bilbaínos supieron manejar cuando más difícil se puso. Alex Mumbrú tuvo un papel destacado en la gesta, pero fue la cohesión del equipo lo que marcó la diferencia con el equipo francés, que se fue desdibujándo con el paso de los minutos.
El Nancy sin Batum, repescado para la NBA, es menos Nancy, pero no deja de ser una amenaza. Así quedó patente desde la mitad del primer cuarto, cuando toda la ventaja acumulada por el Bizkaia se deshizo. Fue entonces cuando el equipo francés mostró su verdadero rostro, lleno de matices en defensa y, sobre todo, en su contundente ataque. Tras una gran labor coral de Blums, Mumbrú y Banic, Samnick empezó a tejer una tela de araña pegajosa y resistente que pronto atrajo las geniales jugadas de Shuler y los pensados ataques de Akingbala.
BIZKAIA, 97 - NANCY, 75
Gescrap Bizkaia (22+18+29+28): Jackson (11), Grimau (6), Mumbrú (15), Banic (12) y D'or Fischer (9) -cinco inicial-; Raúl López (11), Josh Fisher (6), Blums (12), Vasileiadis (10), Hervelle (2) y Mavroeidis (3).
SLUC Nancy (22+17+23+13): Linehan (8), Amagou (7), Shuler (19), Moerman (16) y Akingbala (9) -equipo inicial-; Grant (6), Samnick (4), Badiane (4) y Sylla (2).
Parciales: 22-22, 40-39 (descanso); 69-62 y 97-75 (final).
Arbitros<(b>: Lottermoser (ALE), Dozai (CRO) y Lucis (LET). Descalificaron a D'or Fischer y Badiane, en el minuto 35, por una trifulca entre ellos y excluyeron a Moerman, en el 40, por faltas.
8.000 espectadores en el Bizkaia Arena.
Así, poco a poco, el Nancy se puso por delante por primera vez en el segundo cuarto (22-25) y amasó una buena cantidad de autoestima mientras la de los bilbaínos, demasiado tensos a veces por la trascendencia de la cita, cedían el testigo de su dominio inicial. Tras el descanso llegaron los triples de Mumbrú y Jackson, que dieron oxígeno al equipo, pese a que Moerman amagaba con amargar continuamente la fiesta al conjunto de Katsikaris. Vasileiadis se enchufó y Grimau brilló a ratos hasta dejar al Bizkaia siete puntos arriba.
El último cuarto fue el del reenganche definitivo, aunque estuvo salpicado de incidentes. Tras una exhibición de Vasileiadis, llegó una trifulca entre Badiane y D'or Fischer que desembocó en la paralización del partido durante varios minutos. Unos empujones terminaron con ambos jugadores amonestados. La protestada pausa -por larga- benefició a los bilbaínos o desconcentró a los franceses. La lucha se recrudeció y el Bizkaia tiró de todos sus recursos para marcar distancias. Lo logró y cosechó una victoria por la puerta grande.
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