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El Getafe estrangula al Barça

Los azulgrana se quedan a seis puntos del Madrid después de un mal partido en el Coliseum (1-0)

Al Barcelona se le escapa la Liga antes de llegar al Bernabéu. Ha ido descontando puntos de mala manera en cancha ajena. Algunos, en partidos muy exigentes, como los de Mestalla y San Mamés; otros, en accidentes, como el del Camp Nou con el Sevilla. También ha penalizado en estadios aparentemente sencillos, como Anoeta y anoche el Coliséum Alfonso Pérez. Imponente el miércoles en San Siro, perdió la imbatibilidad en el feudo del Getafe y se ha quedado descolgado, a seis puntos del Madrid, cuando solo falta una jornada para visitar Chamartín. Ni siquiera disputar el martes el partido adelantado contra el Rayo le permitirá igualar al Madrid. No perdía el Barça desde el 30 de abril, en el campo de la Real Sociedad. Así que la primera derrota fue también la más cruel porque el margen de error era mínimo.

GETAFE, 1 - BARCELONA, 0

Getafe: Moya; Valera, Cata Díaz, Rafa, Mané (Lopo, m. 49); Sarabia (Ríos, m. 84), Michel, Lacen, Casquero, Diego Castro (Juan Rodríguez, m. 90); y Miku. No utilizados: Codina; Mosquera, Rubén Pérez y Colunga.

Barcelona: Valdés; Alves, Piqué, Abidal, Maxwell (Cuenca, m. 71); Xavi, Busquets, Thiago (Keita, m. 65); Alexis (Pedro, m. 71), Messi y Villa. No utilizados: Pinto; Adriano, Fontàs y Mascherano.

Gol: 1-0. M. 67. Valera remata de cabeza un córner servido por Sarabia.

Árbitro: Teixera Vitienes. Amonestó a Maxwell, Lacen, Piqué, Casquero, Diego Castro, Lopo y Busquets.

Unos 16.000 espectadores en el Coliséum Alfonso Pérez.

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Aunque inesperada, la derrota del Barça estuvo cantada desde el gol de Valera. Ni Messi pudo arreglar un partido que tuvo muy mala pinta desde que lo pintó Guardiola. Al equipo le faltó arrebato, un punto de rebeldía o si se quiere de locura. Fue incapaz de revertir la adversidad y la mala puntería de Villa y Alexis. Al Getafe le alcanzó con una excelente defensa y un córner para ganar al campeón y ahora mismo espectador de la marcha triunfal del Madrid. El ataque y el gol azulgrana fue tan insistente y perseverante como estéril e insustancial. No hubo manera de meter un gol con Messi ni con cinco delanteros.

De regreso a la Liga, el Barça procuró recuperar su fútbol más genuino, el juego control y de asociación, nada que ver con el asombroso y continuo despliegue de Milán. Ni un solo reproche desde el punto de vista académico y de la ortodoxia. Jugaba con intención, dinamismo y fluidez. No había problemas de circulación con la pelota y nada tenía que decir el Getafe, abrigado en la divisoria, protegido por el trivote, agresivo con la pelota y sin ella, muy intimidador Casquero. Uno de los muchos partidos ya vistos del Barça, a veces tan bonito que se vuelve empalagoso y chato, poco profundo, algo por culpa suya y a veces por la estrechez del campo, por las interrupciones constantes o por la pierna fuerte del contrario. Apenas pisaba el área, muy poco intervenían Villa y Alexis y nadie ganaba espacio y mucho menos remate para los medios. Al buen despliegue colectivo le faltaba el desequilibrio individual que habitualmente asegura Messi, ayer fatigado. Y si no marca La Pulga las cosas siempre se complican mucho. Alrededor de Xavi, los barcelonistas mezclaban bien por dentro y, en cambio, no funcionaban por fuera. Achicaban la cancha los muchachos de Luis García y no había delantero que punteara los pases de Messi. El partido se fue enredando para el Barça para suerte del Getafe, cada vez más atrevido, selectivo en sus salidas, contento de no conceder ocasiones por su defensa de ayudas.

El encuentro demandaba un cambio de marcha desde el punto de vista del Barça. Ocurrió que el equipo se aceleró de mala manera, se impacientó muy pronto y la jornada se le puso especialmente peligrosa. A la precipitación barcelonista respondió con algún amago de contragolpe el Getafe. Muy puesto en la presión y recuperación, al Barça le faltaba dar amplitud al campo y velocidad para elaborar mejor su juego. No funcionaba el ataque estático ante la bien puesta zaga del Getafe. Incluso Guardiola pareció contagiarse de la sensación de que el encuentro solo podría desequilibrarse a partir de una jugada de estrategia, de un rebote, de la entrada de un interior, de manera que se encomendó a Keita. Y, ciertamente, el marcador se movió a la salida de un córner. El problema para el Barça es que fue Valera quien marcó para el Getafe. No atina el Barça a defenderse en las acciones a balón parado ni tampoco a remontar los marcadores.

No le quedó más remedio a Guardiola que recurrir a Pedro y Cuenca. Tampoco fue la mejor solución. Ni la defensa de tres. La angustia fue creciendo con el paso del tiempo y el equipo acabó estrangulado por el Getafe y a merced ahora del Madrid. Allá donde no llegó Moya intervino el poste o las circunstancias, de manera que la cita del día 10 en el Bernabéu ha ganado dramatismo para el Barça y se presenta como una ocasión única para la revancha del Madrid. No tenía margen de error el equipo de Guardiola y el Getafe lo crucificó antes de visitar el Bernabéu. No puede el Barça seguir la marcha del Madrid.

Messi, cabizbajo, después de encajar el gol del Getafe.
Messi, cabizbajo, después de encajar el gol del Getafe.SUSANA VERA (REUTERS)
Mané trata de robarle el balón a Leo Messi.
Mané trata de robarle el balón a Leo Messi.JAVIER SORIANO (AFP)
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Derrota siete meses después

El Barça perdió ayer la condición de único equipo invicto después de su derrota en Getafe. Los azulgrana no perdían en la Liga desde el 30 de abril, en Anoeta, contra la Real Sociedad, en partido correspondiente a la jornada 34ª y arbitrado también por el cántabro Teixeira Vitienes. El equipo azulgrana no pudo igualar, por otra parte, el récord de encuentros sin perder, situado en 28 partidos (22 victorias y 6 empates) desde la temporada 2010-2011. Hasta ayer sumaba 27 encuentros invicto, 21 correspondientes a la actual temporada y 6 a la pasada. El martes recibirá al Rayo Vallecano, en jornada adelantada por la disputa del Mundial de Clubes, y el sábado jugará en el Camp Nou contra el Levante. A la semana siguiente, el sábado 10 de diciembre visitará al Madrid, equipo que el sábado se enfrenta al Sporting en Gijón.

Guardiola espera recuperar esta semana a Iniesta y a Cesc, baja ayer de última hora por precaución a causa de unas molestias musculares, mientras que Puyol quedó descartado y presenció el partido desde el palco. Una preocupación añadida para el técnico azulgrana es que Piqué vio ayer la cuarta amarilla y, por tanto, está a una amonestación de la suspensión. A excepción de Messi, que no jugó de partida en San Sebastián, el entrenador del Barcelona ha procurado dosificar a sus jugadores. La acumulación de lesiones, la mayoría en el bíceps femoral, ha acentuado las precauciones. Exigido en la Liga por la diferencia de seis puntos con el Madrid, al Barça le queda un partido intrascendente en la Champions con el Bate Borisov.

Centrado el debate la víspera del partido contra el Zaragoza en si aquel sería el día en que Guardiola debía dar descanso a Messi, apenas se puso el foco en los que, efectivamente, no jugaron aquel encuentro o lo empezaron en el banquillo. Los sacrificados fueron dos habituales en el once, Abidal y Busquets . Villa y Thiago, que también ayer recuperaron la titularidad y que, al igual que los otros dos, participaron de la victoria contra el Milan en San Siro, fueron suplentes en el último partido de la Liga. En el partido de Champions fue Iniesta quien descansó, algo tocado por una contusión en el muslo tras medirse al Zaragoza. Poca cosa, pero suficiente para encender las alarmas y evitar, con un trabajo más suave, una lesión muscular como las que acechan al vestuario azulgrana.

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