El 'imposible' de Ferrer
El alicantino busca la final ante Federer, al que solo ha ganado tres mangas en 11 derrotas
"Cenar con los míos. Darme un masaje. Intentar dormir ocho o nueve horas". Tras su derrota ante el checo Tomas Berdych (6-3, 5-7 y 1-6) en el último encuentro del Grupo A, David Ferrer va recitando con precisión los pasos que intentará dar para acortar una distancia insalvable: mientras él seguía en el O2 Arena casi a medianoche del viernes, el suizo Roger Federer, su contrario hoy (15.00, Canal+ y Teledeporte) en semifinales, competirá con 48 horas de descanso. No es el único condicionante que jugará en contra del número cinco mundial: el suizo, que recuperará el número tres mundial si le vence, le ha ganado en los once encuentros que les han medido, donde solo cedió tres sets. Esas marcas hablan a las claras de que Ferrer tiene un problema técnico, táctico y de confianza. No pierde por casualidad. Federer se le atraganta.
"Y aun así", analiza el número cinco mundial; "intentaré dar lo mejor de mí mismo, luchar, luchar y luchar. Espero que la cosa cambie, porque alguna vez me tiene que tocar", sonríe la víspera. "Todavía no he analizado el partido con Javier Piles, mi entrenador, pero llevo 12 o 13 años con él, más de una década como profesional, y nunca he ganado a Federer... Así que no sé si su táctica es buena del todo", ironiza, siempre desde el respeto máximo y el cariño absoluto hacia el hombre que le ha formado desde niño.
Federer ha ganado cinco de sus últimos seis títulos bajo techo. Defiende el trofeo conquistado en 2010. Solo en 2011 se ha impuesto en Basilea y París, las dos citas indoor previas.
Siendo quien es, sus credenciales son imponentes, asustan. Ferrer se agarra a su buen momento y la esperanza de que su juego, refinado ya con 29 años, pueda hacer frente a las pelotas a media pista del suizo, que requieren más muñeca que brazo, el sitio por donde se le marcharon muchos de sus duelos previos. El alicantino necesita, además, recuperar el saque que le impulsó a la victoria frente a Andy Murray y Novak Djokovic (77% de puntos ganados con el primer saque), desaparecido ante Berdych (solo el 33%). También, tener una fe infinita. Hoy, en Londres, con la final de la Copa de Maestros en juego, se enfrenta a un imposible.
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