Ferrer y el sueño de Shanghái
El alicantino juega mañana contra Andy Murray, al que solo ganó cuatro juegos el año pasado
Es el infierno según David Ferrer. Mañana (15.00, Canal+ y Tdp), el alicantino debuta en la Copa de Maestros frente al británico Andy Murray, una de las principales razones por las que la cita londinense atraerá a 250.000 espectadores durante la semana. El número cinco mundial vivió en la pista del 02 Arena lo más parecido a una tortura en 2010: no ganó ningún partido y descubrió que alrededor de ese cemento hace "hasta demasiado calor", preocupada como está la organización por el frío que reina en el estadio. Para Ferrer, que el año pasado solo le ganó cuatro juegos a Murray, un infierno.
"Pero este año", avisa el español, que se entrena con dos hombres al otro lado de la pista, tal es su intensidad; "llego con una mentalidad más ambiciosa, pensando en que el nivel de juego del primer partido, independientemente del resultado, me ayude para encarar los otros dos cruces del grupo. De los dos últimos Masters 1000 que he disputado, esta pista es más parecida a la de Shanghái en términos de velocidad".
Eso, en boca del número cinco mundial, que gana el 50% de sus cruces en esta cita, no es cualquier cosa. En Shanghái, allá por 2007, el alicantino se descubrió al mundo llegando a la final de la Copa de Maestros, donde solo se inclinó ante el suizo Roger Federer, tras ganar a Rafael Nadal, al serbio Novak Djokovic, al estadounidense Andy Roddick y al francés Richard Gasquet. En Shanghái, hace tan poco que no ha pasado ni un trimestre, logró en 2011 su primera final de un masters 1000 sobre cemento, que cedió precisamente ante Murray. Y Shanghái y su recuerdo, ese parecido con Londres y su pista, animan hoy los sueños del número cinco mundial, que busca y rebusca en su corazón razones para no caer en la depresión, para no dejarse ir sin darse cuenta antes de tiempo, si cae otra vez frente al escocés. Su grupo es de aúpa: mañana, a las 21.00 (Canal+, Tdp), también jugarán el serbio Novak Djokovic y el checo Tomas Berdych.
Dentro de dos semanas, Ferrer debe estar jugando la final de la Copa Davis, contra Argentina. Antes, sin embargo, quiere luchar con todo el título de maestro de maestros.
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