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Cristiano Ronaldo saluda a Europa

El delantero del Madrid rubrica dos de los seis goles frente a Bosnia y propicia el salvoconducto de Portugal.- Irlanda, Croacia y República Checa, las otras clasificadas

Cristiano Ronaldo despidió a Bosnia y saludó a Europa. Acusado en ocasiones de menguar en las citas exigentes y de no significarse con la zamarra de Portugal, el delantero apareció cuando más le reclamaba su país, en un duelo definitivo ante Bosnia. Clavó, como acostumbra en cualquier partido de la Liga y de la Champions, su terrible aguijón. Dos goles, uno de falta y otro con una carrera imparable, para desmontar al rival, para clasificar a la selección quina, que al final se dio un festín con seis redes y certificó su salvoconducto para la Eurocopa 2012.

Portugal tiene de todo menos un delantero centro universal, rémora que arrastra desde hace demasiado tiempo y que le ha dado más de un sobresalto, incapaz de puntear las jugadas, de ponerle el lazo a su ya tan característico juego desde los costados. Ante Bosnia, el equipo luso resultó un torbellino, casi siempre profundo desde las alas, casi nunca eficiente en la definición, más allá de la inspiración de los disparos de luces largas. Juego vertiginoso, a la carrera, sin demasiada elaboración y cómodo al contragolpe.

PORTUGAL, 6 - BOSNIA, 2

Portugal: Rui Patrício; J. Pereira, B. Alves, Pepe, Coentrão; Veloso, Moutinho, Meireles (Micael, m. 63); Nani (Quaresma, m. 82), Postiga (Martins, m. 84) y Cristiano. No utilizados: Eduardo; Rolando, Amorim y Almeida.

Bosnia: Begovic; Zahirovic, Jahic, Spahic, Papac; Misimovic, Rahimic (Maletic, m. 56), Medunjanin; Pjanic (Be¨ic, m.65), Dzeko y Lulic. No utilizados: Avdukic; Pand¸a, Ibricic, Muslimovic y Ibi¨evic.

Goles: 1-0. M. 8. Cristiano. 2-0. M. 24 Nani. 2-1. M. 41. Misimovic (penalti). 3-1. M. 53. Cristiano. 3-2. M. 65. Spahic. 4-2. M. 72. Postiga. 5-2. M. 80. Veloso. 6-2. M. 82. Postiga.

Árbitro: Wolfgang Stark (Alemania). Amonestó a Postiga, Rahimic, Coentrão, Spahic, Medunjanin, Dzeko, Micael y Papac. Expulsó a Lulic (m. 53) por dos tarjetas amarillas.

Estadio Da Luz: 60.000 espectadores.

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Armas con veneno. Sujetado y catapultado por los jugadores del Madrid, Portugal despersonalizó a Bosnia. Fue Pepe, en la zaga, sin plantearse demasiados algoritmos para sacar la pelota jugada, el que cerró atrás, sensacional en la tarea de secar a Dzeko, el delantero del Manchester City, el mismo que sonrojó a Rami (Valencia) en el Stade de France parisino. Fue Coentrão, tan descarado como impulsivo, validado porque Cristiano tiraba hacia el interior y arrastraba a media zaga rival, el que se comió el costado izquierdo a mordiscos, con quiebros, zigzagueos y centros. Y fue el propio CR el que se empecinó en resolver las jugadas, en poner el punto final a cuantos balones llegaron en condiciones, que no fueron muchos al inicio del duelo, pero sí los suficientes para apocar al contrario, equipo irreconocible en Da Luz, atribulado antes de competir. Así, dos pelotas colgadas al área de Coentrão -magnífico sin corsés defensivos- acabaron en sendos remates del 7. El primero, desviado; el segundo, ajustado al palo, solo escupido por el portero.

Pero Portugal tenía a Cristiano en combustión y con eso basta para derribar cualquier barrera. Ni siquiera una falta de 35 metros fue un obstáculo. Tres pasos hacia atrás, pose de pistolero western y zambombazo a seguir, que pilló al portero descolocado, imposible de recobrar el sitio. Gol. Aunque más bella fue la diana de Nani, que recibió en la zona de tres cuartos, se revolvió, levantó la vista y lanzó un obús que se elevó y pareció rebotar con el tendido eléctrico porque bajó como un rayo, hasta el punto de que a la cámara no le dio tiempo a cazar el vuelo. Tampoco al meta, claro.

Coentrão, en un salto defensivo de voley -porque lo hizo con el brazo arriba-, salpimentó el duelo con un penalti absurdo. Un tanto que estrechó distancias; un gol que Cristiano revertió al aprovechar un pase de Moutinho al hueco. Contragolpe, regate al portero, disparo y hachazo doble porque a Lulic se le calentó el cuerpo y la boca, más que nada porque sus protestas desembocaron en una expulsión que pareció ser definitiva. No lo fue porque el colegiado Stark -el que expulsó a Pepe por la entrada a Alves en el clásico del curso anterior- decidió desatender un fuera de juego de Spahic que acabó en gol. Fue, en cualquier caso, un espejismo, el final de Bosnia, que se desató en busca de un gol que nunca llegó. Al menos en la portería que pretendía, porque Portugal, efervescente, también se desligó y firmó otros tres goles, dos de Postiga, acertado en esa tarea de ariete que tanto reclama la selección, y Veloso, en una falta lanzada con tanta delicadeza como precisión. Fue el festín europeo de Portugal, el saludo de Cristiano.

También estará en la Eurocopa Irlanda, que empató frente a Estonia (1-1 y 5-1 en el global), y la República Checa, que superó a Montenegro (1-0 y 3-0 en el global). Croacia, además, empató con Turquía (0-0) y le superó en el total (3-0).

Cristiano Ronaldo marca el tercer gol de Portugal.
Cristiano Ronaldo marca el tercer gol de Portugal.FRANCISCO SECO (AP)

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