Las cicatrices de una rivalidad joven
Pese a que solo se han medido seis veces, los duelos entre Murcia y Cartagena ya han hecho mella en sus protagonistas
Desde la refundación del Cartagena en 1995, los blanquinegros no han perdido ninguno de sus seis partidos oficiales contra su máximo rival, el Real Murcia, ni en Segunda ni en Segunda B. Mañana (12.00, Canal+) se vuelven a encontrar en el Cartagonova, en un partido con más historia que años. Es el clásico naciente de la Comunidad de Murcia.
Especialmente feliz para unos y triste para otros es el recuerdo de los dos últimos duelos regionales en la temporada 2009-2010, cuando el Murcia acabó descendiendo a Segunda B, solo dos años después de jugar en Primera. En la memoria de todos está el abultado 1-4 que los cartageneros sacaron de la Nueva Condomina. "Fue muy duro", resume el lateral del Murcia Óscar Sánchez. "Un 1-4 es especial y me quedo con la euforia que teníamos tanto nosotros como la afición", le contradice Mariano Sánchez, capitán del Cartagena; "ellos vendrán con ganas de revancha". Y, Óscar no lo niega: "Estamos como locos porque llegue el domingo". Ese año el Cartagena acababa de ascender, igual que el Murcia en este, pero nadie quiere hacer comparaciones. "La situación es muy distinta", continua Mariano; "seguimos siendo nosotros los que venimos desde abajo. Hace 15 días no teníamos ni un punto y ellos están luchando por entrar en puestos de promoción". "Nosotros somos un recién ascendido", interviene el central del Murcia Iván Amaya, que no estaba hace dos años, pero que esta temporada es un fijo en la defensa y asegura que es un partido que tiene marcado en rojo en el calendario.
Frente al partido del domingo, Óscar Sánchez, que junto a Amaya forzó la quinta amarilla contra el Villarreal B para asegurarse jugar el duelo, no se atreve a hacer un pronóstico: "En estos partidos no hay favoritos, además, llegamos los dos muy parejos". Todos están de acuerdo. "Ganará el que más cabeza tenga", concluye Amaya. "Hay que estar muy atentos a los detalles, que son los que deciden los encuentros tan intensos", afirma Mariano; "nosotros tenemos que aprovechar el factor campo, porque nuestra afición nos puede empujar mucho".
Para los seguidores es un partido de mucha tensión, como se demostró en el último duelo entre murcianos y efesés, el que se disputó en el Cartagonova. Ese día algunos autobuses de los seguidores capitalinos fueron apedreados, por eso tanto las peñas de los dos equipos han llamada a la calma y la Delegación del Gobierno ha tenido que hacer un comunicado en el afirmaba que la seguridad de los aficionados murcianos no estaba en un brete. El viernes, representantes de ambas aficiones celebraron una cena tras la que llamaron a la "calma, cordialidad y deportividad". De todo ello son conscientes los jugadores. "Queremos darles una alegría los nuestros, hace dos años sufrieron mucho", afirma Óscar; "se crea un ambiente que hay que disfrutar". Y Amaya sentencia: "Pueden ser tres puntos más, pero para la afición es un partido especial".
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