Urko Vera llega a tiempo

Todo indicaba en el minuto 92 que el Villarreal B-Hércules acabaría con empate a cero. Ninguno de los dos equipos había sido capaz de marcar en todo el partido y el choque llegaba su fin. El conjunto alicantino veía bien cerca su primer tropiezo en los últimos seis encuentros, aunque sus jugadores caminaban sabedores de que el liderato de Segunda no corría peligro. Pero justo cuando el partido daba sus últimas bocanadas, el ariete Urko Vera apareció para marcar su primer gol en la Liga esta temporada. Se hizo con un balón suelto en el área y disparó con toda su fuerza. Mariño no pudo hacer nada para detenerlo y el delantero vasco daba los tres puntos a su equipo (0-1).

Pocos contaban con él en la Ciudad Deportiva del Villarreal. Urko Vera, que llegó al Hércules procedente del Athletic a finales del pasado mes de agosto, al límite del mercado de fichajes, no había disputado ni un solo minuto en los siete primeros partidos de Liga. Al octavo, frente al Guadalajara, disfrutó de dos minutos y al siguiente volvió al banquillo. Su entrenador, Juan Carlos Mandiá, no le veía aún preparado. Se pasó la pretemporada entrenándose en solitario con el Athletic, sin jugar ningún partido, y como llegó tan tarde al Hércules, tampoco pudo participar en ningún encuentro antes del comienzo de la campaña. "Es un chico que vino sin pretemporada, pero es un jugador importante para nosotros. Tiene que seguir trabajando y estar preparado para ayudarnos a ser mejores cuando la competición lo requiera", explicaba Mandiá. Vera dio muestras de que tenía gol en el partido de Copa del Rey frente al Alcoyano, cuando marcó dos goles, y su técnico le dio cancha el fin de semana pasado, frente al Nàstic, al sacarle de inicio. No lo desaprovechó, y participó en el gol de la victoria del Hércules. Contra el Villarreal B saltó en el minuto 66 del partido y 26 minutos le bastaron para demostrar que está preparado. El Córdoba puede ser su próxima víctima.

Más esperado que el tanto de Urko Vera fue el que marcó David Rodríguez en el triunfo del Celta ante el Girona (2-0). El ariete, de 25 años, ya ha igualado, sin hacer demasiado ruido, a Joselu, del Villarreal B, como pichichi de la competición. Rodríguez lleva seis tantos, pero poco sorprende eso en Vigo, donde ya conocen su habilidad de cara a portería. El año pasado fue el máximo goleador de su equipo, con 17 tantos, y hace tres campañas, cedido en el Celta, ya logró nueve. En Balaídos respiraron cuando el Almería, club al que pertenecía, le comunicó en 2010 que no contaba con él. El ariete no dudó en volver a Vigo, donde en la temporada anterior había disfrutado, y en el club le acogieron con los brazos abiertos. "Si un delantero hace registros de un gol cada dos partidos, está en unas cifras de un gran nivel", aseguró la temporada pasada. Ahora, lleva seis dianas en nueve encuentros.

En el Valladolid-Alcoyano (2-0), el protagonismo no se lo llevaron ninguno de los dos goleadores, Sisi y Óscar. Fue Marc Valiente el que centró los focos y las preocupaciones de la tarde. El defensa tuvo que ser operado la semana pasada después de que se rompiera la nariz en el partido frente al Recreativo de Huelva. No pudo jugar el fin de semana pasado, ante el Numancia, y volvía al equipo contra el Alcoyano. Poco le duró, sin embargo, la alegría. Se tuvo que retirar en el minuto 31 del partido sangrando abundantemente por la nariz. Se había llevado un golpe muy similar al de hace dos semanas, y los médicos le trasladaron inmediatamente a hacerle pruebas, por si se había roto la nariz de nuevo. En el club, esperan que la lesión no sea tan grave como la anterior. "Le tienen que hacer una revisión los cirujanos maxilofaciales que le operaron, pero todo parece indicar que no será tan aparatosa como la que se produjo frente al Recreativo", explica un portavoz del Valladolid, un equipo que tras la victoria del martes ya ocupa puestos de ascenso.