El cuarto intento de Sahin
El medio ofensivo regresa a los entrenamientos, después de lesionarse tres veces y todavía sin estrenarse con el Madrid
Nuri Sahin se volvió a entrenar con el resto de sus compañeros. El ritual del regreso se repitió ayer en Valdebebas por cuarta vez desde que el Madrid fichó a este centrocampista turco en verano, a cambio de 10 millones de euros. El jugador venía de sufrir un esguince en la rodilla derecha que interrumpió su carrera en el Borussia Dortmund, a mediados de marzo. Se recuperó durante las vacaciones. Cuando regresó a los entrenamientos con sus compañeros, en Los Ángeles, ya con la camiseta del Madrid, sufrió un esguince en los ligamentos de la rodilla izquierda, dolencia en la que recayó sucesivamente en China a comienzos de agosto, y antes del trofeo Bernabéu, el 23 de agosto, cuando se reincorporó al trabajo con el grupo. Ayer, Sahin volvió a presentarse con su rodilla recién curada y volvió a tocar el balón junto con el grupo, con la esperanza renovada en el debut.
"Ha sido la primera sesión que ha completado con el equipo y estamos contentos porque está viendo el final", dijo el segundo entrenador madridista, Aitor Karanka. "Hay que tener paciencia porque lleva mucho tiempo y se verá la evolución. No va a ser una cosa de hoy para mañana, hay que ir con los pasos adecuados".
El técnico, José Mourinho, en cualquier caso, no incluyó a Sahin en la lista de convocados para enfrentar al Villarreal. En el mejor de los casos, el futbolista turco, el único fichaje del verano que no ha debutado, disputará los primeros minutos como madridista en Anoeta, el próximo sábado.
A los 23 años, Sahin cumple con los requisitos del centrocampista creativo. Fue uno de los mejores jugadores de la Bundesliga durante la pasada temporada, elemento imprescindible para comprender el éxito del Borussia en la consecución del último título. Sahin, nacido en Alemania pero nacionalizado turco, es un ejemplo de volante versátil, capaz lo mismo de jugar por delante de los centrales con sentido de marca que situarse detrás de los atacantes para repartir el balón a uno o dos toques. Su capacidad le permitiría complementarse con Xabi Alonso para que el Madrid disponga de dos centrocampistas con vocación organizadora. El turco también brinda a Mourinho la opción de un reemplazante de Alonso para permitir la continuidad del modelo actual, en el que un volante que organiza convive con otro que defiende. De la decisión que adopte el técnico dependerá buena parte del estilo que defina al Madrid.
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