El Madrid ficha a Ibaka

Cuando los hermanos Gasol, Pau y Marc, llegaron a Barcelona para entrenarse con el club azulgrana, toda vez que no se desencallaba el lockout de la NBA, el Madrid tembló. Entendió que estaba en inferioridad con su rival, menos competitivo, que no les alcanzaba con la incorporación del alero Rudy Fernández. La respuesta era el pívot Serge Ibaka (Brazzaville, República del Congo; 1989), con el que contactaron entonces. "Si se alarga el parón de la NBA, volvemos a hablar", se dijeron, más o menos, en un primer y satisfactorio acercamiento. Estirado hasta fecha indeterminada el lockout, ante la dificultad del grupo de la Euroliga (Armani Jeans de Scariolo, Partizán de Belgrado y Maccabi Tel-Aviv), y lesionado Novica Velickovic -rotura del menisco en la rodilla derecha que le mantendrá alejado de las canchas por dos meses-, el Madrid ha llegado a un acuerdo con el hispano-congoleño: será jugador blanco hasta que acabe el mes de diciembre, siempre y cuando no se resuelva antes el parón de la competición norteamericana.

"Agradezco esta gran oportunidad tanto deportiva como personal", ha manifestado el pívot a través de una red social; "llego con la máxima humildad para aprender del entrenador y de los compañeros y, al mismo tiempo, con ambición para intentar ayudar al equipo a ganar el máximo de partidos posibles durante el tiempo que esté en el equipo. Ya tengo ganas de ver de cerca a la afición madridista".

Con un sueldo aproximado a los 150.000 euros mensuales para el pívot, queda por resolver, sin embargo, algo prioritario para el Madrid, que es quedarse con los derechos del jugador para cuando regrese a Europa. Práctica que ya hizo con Rudy Fernández. Es Ibaka, en cualquier caso, un refuerzo de lujo para el equipo blanco, toda una referencia en el mundo de la canasta, un viejo conocido para la Liga Endesa. El jugador llegó a España en 2006, al equipo júnior de L'Hospitalet. Un año después, ya jugó en la LEB Oro y, al siguiente, fue fichado por el Manresa, en la ACB. De nuevo, una temporada le bastó para demostrar su potencial; los Oklahoma City Thunder de la NBA lo ficharon. Aunque sus números de rookie no fueron malos (6,3 puntos, 5,4 rebotes y 1,3 tapones), la temporada pasada fue la de su consagración al llevar al equipo a la final de la conferencia Oeste ante Dallas, superado luego por el duelo ante Dirk Nowitzki. Sus números, sin embargo, ascendieron a 10 puntos, 7,6 rebotes y 2,4 tapones.

Este verano, además, resultó importante para que España consiguiera el Eurobasket de Lituania. Gracias a que adquirió la nacionalidad a última hora, Scariolo le integró en el grupo y el pívot, aunque no tan capital como los hermanos Gasol o Navarro, sí que fue una pieza oxigenante para la rotación interior a medida que avanzaba el campeonato. Ahora, parada la NBA, Ibaka firma por el Madrid hasta diciembre.