Un Athletic de centro y remate
Aunque ha ganado en posesión y ejerce la presión más adelantada, el equipo de Bielsa lidera la clasificación de balones colgados al área desde los costados
Centrada la Liga en el dualismo futbolístico de posesión y pases del Barcelona, que aturde al rival por la vía del pase y casi siempre por el centro, y el vértigo del Madrid, capaz en pocos segundos de robar una pelota y depositarla en el fondo de la red contraria, el Athletic redescubrió por enésima vez ante Osasuna uno de los abecés del juego, ese que dice que el balón va de la banda al centro de penalti y de ahí, a gol. Así fueron dos de los tres tantos del equipo de Bielsa a Osasuna, así son el 60% de las dianas de los leones en la Liga (seis de diez), por más que se intuyera lo contrario con el técnico argentino, que defiende el toque y el pase interior, que aboga también por la triangulación y el juego de asociación por encima del patadón a seguir. Pero el centro y remate está en los genes del Athletic y los guarismos no engañan.
Ante Osasuna, en la jugada del 2-0, el balón le llegó a Iraola, escorado por la banda derecha, tras un pase raso desde el centro del campo; el lateral envió el balón al corazón del área, donde Llorente (1,95 metros) estaba listo para cabecear. La pelota terminó su recorrido sobre el brazo de Roversio, pero el rechazo le cayó a Gabilondo, que castigó a Andrés Fernández. A finales de la primera parte, más de lo mismo. Centro de Iraola y cabezazo de Javi Martínez, disfrazado de Llorente, que sentenció el partido. No fue una mera casualidad: el conjunto bilbaíno es el equipo que más utiliza este recurso entre todos los de Primera; en los siete encuentros ligueros disputados, ha contabilizado 190 centros al área. Es decir, una media de 27,14 por partido, exactamente en las antípodas del Barça de Guardiola, último de la estadística con 77 centros, 11 por duelo.
El equipo azulgrana es el que más pases de apertura a banda realiza (136,14 por partido) debido a su asombrosa media de posesión (73,1%) y los pases totales que realiza (870 cada 90 minutos), pero como si fuera un acordeón, se abre e inmediatamente se cierra al interior, donde Xavi, Iniesta, Cesc e incluso Messi lanzan el pase definitivo. Solo el 7,75% de sus aperturas a banda terminan con un centro al área. Al contrario, el Athletic es uno de los equipos que más culmina sus jugadas (el 40%) con un pase al corazón del área, después de haber dirigido el juego hacia uno de los dos costados. Después del Athletic, los equipos que más centran al área son el Rayo (26,5 por partido), la Real Sociedad (26,2), el Granada (25,4) y el Atlético (25,1), conjuntos caracterizados por la presencia en la delantera de una clara referencia, un ariete al que confiar los balones: Michu (1,85 metros), Agirretxe (1,85), Geijo (1,88) y Falcao (1,78), respectivamente. Quien casi nunca recurre a soltar balones desde las bandas es el Villarreal, que con Rossi y Nilmar prefiere que el esférico se mueva al ras del césped, como enseña el Barça de los pequeños Messi, Villa y Pedro.
Bielsa tiene una idea precisa de juego, un fútbol asociativo donde la pelota cobra el protagonismo por encima del choque y la fricción, donde el pase y la entrega segura es lo primero. Todo a una velocidad de vértigo. En parte, el trabajo del técnico argentino se ha realizado: el Athletic tiene mucho el balón -es el sexto de la Liga en posesión detrás del Barça, el Madrid, el Valencia, el Málaga y el Atlético- y presiona con intensidad, pero las características de sus jugadores le obligaron también a buscar un compromiso. También el año pasado San Mamés era el campo que más balones veía llegar desde los costados, algo mucho más acorde al ideario futbolístico de Caparrós, ahora en el Mallorca. Con la preponderancia física de Llorente y Javi Martínez en el área rival, y el dinamismo de Susaeta e Iraola por la derecha (de este lado llegan la mayoría de los centros, el 56, 8%), además del impulso de Gabilondo y De Marcos por la izquierda, el Athletic no puede desdeñar su vía más natural para amenazar la portería adversaria: apertura a banda, centro y remate.
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