El Sevilla firma un brillante inicio

Lejos de enamorar con su fútbol, el Sevilla se encarama a la cuarta plaza de la clasificación gracias a la enorme eficacia que destila en ambas áreas. El equipo que está perfilando Marcelino es feliz dominando la faceta defensiva, en la que sobresale el portero Javi Varas, decisivo en cada partido, como ocurrió ante el Sporting cuando emergió al final, en el minuto 89, para hacerle un paradón descomunal a Botía. Una acción que evitó el empate del conjunto asturiano, de buen trato al balón, pero demasiado inocente e ingenuo en su área, con una defensa de plastilina, y sin gol.

Con tan poco o con tanto, según se mire, el Sevilla no conoce la derrota en lo que se lleva de competición y suma uno de los mejores inicios ligueros de su historia, más brillante en puntos incluso que el del recordado equipo dirigido por Juande Ramos. Unos números que invitan al optimismo, sin duda, y que colocan al cuadro de Marcelino en una inmejorable posición en vísperas de visitar al Barcelona en el teóricamente inabordable Camp Nou. El debate acerca del juego del equipo existirá, por ser este precario, pero resulta complicado pedirle soltura, toque y desborde y, al mismo tiempo, sacrificio y eficacia.

Un tiro a puerta le valió un gol a Manu del Moral. Un golazo. Una delicia para la vista su golpeo al balón, a lo Cristiano Ronaldo. Fue el que inauguró su cuenta como jugador del Sevilla y marcó, en definitiva, la diferencia real entre el equipo andaluz y el Sporting, un colista incapaz de convertir en gol el buen fútbol que genera a pesar de su delicada situación, preso además de evidentes problemas en la retaguardia.

El Sevilla amaga con hacer despegar su fútbol gracias a minutos como los que ofreció en el inicio del encuentro, plenos de ritmo e intensidad, fases en las que se muestra como un bloque contundente, pero que, inexplicablemente, dan paso a momentos de desconcierto y descontrol. Una fase muerta en la que el Sporting comenzó a convertir en una verdadera guerra sus escaramuzas iniciales.

Tras el golazo de Manu y la lesión de Perotti, con la entrada de un lento Rakitic, el Sevilla se esfumó. Varas, que estrenaba contrato, surgió entonces imponente para salvar a su equipo en dos remates de André Castro y Trejo. Fueron los primeros esbozos de una gran actuación del meta, en la línea de un equipo tremendamente eficaz.

Sevilla 2 - Sporting 1