Powel y nadie más

El Nàstic, incapaz de ganar en los siete partidos anteriores, estuvo a punto de poner Riazor patas arribas al adelantarse en el marcador en el minuto 84. Luego, Aythami salvó la situación cuando se cerraba el telón al duelo, pero no consiguió arrebatar el protagonismo del partido al ariete Berry Powel (Utrecht, Holanda; 1981), autor de los dos tantos de los de Juan Carlos Oliva. No es una novedad que Powel lleve el peso de su equipo a la hora de rematar. En un inicio de temporada rácano de cara al gol de los catalanes, Powel ha marcado cinco de los seis tantos -dos de penalti- que ha conseguido su equipo. El otro lo marcó Iriome, futbolista del Villarreal B, en propia puerta. Hasta ahora, sin embargo, ninguno de ellos había servido para sumar puntos y todos llegaron cuando el equipo ya iba por detrás en el marcador. Aun así, el Nàstic sigue sin ganar.

"Se generan pocas ocasiones y de ahí que no se marquen goles", explica Eloy, al que el año pasado le bastaron cinco dianas para ser el segundo máximo artillero del equipo tarraconense, por detrás del propio Powel (11). Y es que las dificultades del Nàstic de cara a la portería contraria no son nuevas. La última campaña ya fue el tercer conjunto con menos pólvora de la categoría (37), únicamente por delante de la Ponferradina (36) y el Albacete (35), que ocuparon los últimos dos puestos de la tabla.

Josep María Nogués, director técnico del club, ha tratado de poner remedio a la situación este verano. Aunque, lamenta las limitaciones del presupuesto: "El hombre que hace los goles no es fácil de contratar. El año pasado descubrimos a Powel, que es algo de lo que estamos muy orgullosos, y hemos conseguido que esté a gusto aquí y quiera seguir con nosotros. La plantilla se ajusta a nuestras posibilidades, pero han llegado hombres importantes como Peragón, que el año pasado sumó 11 goles en el Girona, o Luna, un chaval por el que el Espanyol [del que ha llegado como cedido] ha apostado muy fuerte". "Peragón el año pasado hizo los mismos que yo", explica Powel; "pero aún no ha marcado y el primer tanto para un delantero siempre es importante. Seguro que al final acabará metiendo goles, como el resto de los delanteros del equipo". Pese a su confianza en los compañeros, el pichichi del Nàstic asume que su tarea no es sencilla: "A veces es muy difícil, porque estoy muy solo arriba. También tenemos varias bajas en hombres de banda, que pueden poner centros y ser los que más se acerquen al área". "No creo que dependamos mucho o poco de Powel, él se aprovecha del trabajo del equipo, que es lo importante", aventura Eloy.

El año pasado, la solidez defensiva palió los problemas en el otro extremo del campo y ayudó a mantener esa calma que pide Nogués, siendo el quinto equipo que menos balones tuvo que recoger de sus redes (45, 1'07 por partido). Sin embargo, esta temporada la zaga grana ya ha sido perforada 14 veces, casi dos por encuentro. "Estamos pagando las consecuencias de una pretemporada con muchas lesiones, algunas de ellas largas, por lo que no hemos podido trabajar con todos los jugadores. Y el sistema defensivo también se está resintiendo de ello", asegura el director técnico. "Debemos centrarnos en estar bien atrás, porque cuando no estás bien en ninguno de los dos lados es cuando vienen los problemas. Ya nos costó marcar el año pasado, pero si mantienes el cero en tu portería ya tienes un punto y, aunque no estés generando muchas ocasiones, siempre te acaba cayendo algún balón suelto", añade Eloy.

Con todos los jugadores en el dique seco a excepción de Powel, los fantasmas no tardan en rondar las cabezas de los delanteros. "Lo que hay que hacer es estar tranquilos y no obsesionarse", apunta Nogués. Un consejo difícil de cumplir para los puntas, como reconoce Eloy: "Aparece la falta de confianza y eso a un delantero les castiga un poco". De momento, a Powel la seguridad no parece faltarle.