Estilo frente a las penurias

El nuevo presidente del Córdoba, Carlos González, lo tenía claro. "Vamos a generar ilusión con un fútbol que enamore, guste y apetezca ver", dijo el directivo para intentar animar un ambiente algo escéptico después de la gris temporada del club el curso pasado, estancado en la mitad de la tabla, con la salvación matemática lograda solo en la penúltima jornada y envuelto en una complicada situación económica -tuvo que adherirse en abril a la Ley Consursal-. Tras seis partidos la ilusión que esperaba González empieza a manifestarse: los blanquiverdes han encadenado cuatro victorias consecutivas que les han aupado, con 13 puntos, al segundo puesto de la tabla junto al Hércules y el Sabadell y que le sitúan a un solo punto del Almería, líder. Un registro llamativo, como la manera para alcanzar las zonas altas gracias a la nueva filosofía implantada por Paco Jémez, el nuevo entrenador que tomó el relevo de Lucas Alcaraz. "El equipo disfruta, intentamos jugar al futbol. El año pasado casi no teníamos el balón y ahora somos nosotros quienes imponemos nuestro juego", resume por teléfono el brasileño Charles, máximo goleador del equipo el año pasado con 15 dianas y que este año ya ha marcado tres. Hoy, ante el Villarreal B (22.00, Gol TV, C+ Liga), el Córdoba intentará seguir con su racha positiva.

La temporada no había arrancado de la mejor forma en el Arcángel. Durante el verano, las voces de los protagonistas que decidieron embarcarse en el nuevo proyecto trasmitían oscuros presagios. "No hay dinero ni para pintar las líneas del campo. Aquí no hay ni conos ni picas. Hay que pedir permiso hasta para comprar hielo", tronaba Jémez. "No es una decisión mía que liquiden el club; pero si el proyecto no es viable, tomarán esta decisión", advertía Gónzalez, en una clara arenga para que la afición respaldase al equipo. En el campo, un empate doméstico ante el Almería y una derrota en Valladolid no invitaban a soñar. Finalmente, los abonados se han quedado en 7.780, lejos de las esperanzas del directivo que sustituyó a José Miguel Salinas, asumiendo una deuda de nueve millones de euros y prometiendo sacar la entidad de la ley concursal en nueve meses. Lo que ha empezado a ir de maravilla ha sido, sin embargo, es la parcela deportiva. "La situación económica sigue siendo difícil"; relata Jémez desde el otro lado del teléfono; "pero los resultados están por encima de las mejores previsiones". El Córdoba es segundo tras rentabilizar al máximo sus goles, seis, -una media de 2,16 puntos por tanto-, y blindando su defensa, que en los últimos cuatro duelos solo ha encajado un gol de los cuatro totales, gracias también a la incorporación del guardameta boliviano Arias. Solo el Hércules, con tres goles en contra, tiene una zaga más fiable hasta la fecha. Lo que parece un cambio de guion para Jémez, cuyos equipos siempre han primado la faceta ofensiva, es algo coyuntural, como explica el mismo técnico: "Mi filosofía sigue siendo la misma: que se esté muy arriba, que se apriete bien y que se trate bien al balón. Si esto funciona, los resultados se ven también en la fase defensiva, como ahora".

"Estamos practicando el fútbol que nos enseña el míster y si seguimos así, vamos a estar arriba", asegura Charles, que sigue siendo la referencia en la delantera. No son muchos los que, como él, se han quedado después de los apuros económicos del curso pasado, que llevaron al club, en concurso de acreedores, a presentar un Expediente de Regulación de Empleo; en julio, siete jugadores afectados por el ERE fueron excluidos de la concentración. Finalmente, de ese grupo solo dos, el capitán Gaspar y Pepe Díaz, se quedaron tras aceptar una rebaja del 50% de su ficha; de hecho, son los únicos que llevan más de dos años en el club excluyendo a los que proceden de la cantera. "Somos un grupo joven y, sobre todo, de gente nueva. Lo tuvimos claro a la hora de planear la temporada; necesitábamos a futbolistas con hambre y ganas de triunfar", explica Jémez. Con estilo y hambre de triunfos frente a las penurias.