El partido que nadie quiere recordar

"Los Pumas se metieron en la historia grande", dijo Clarín. "Como campeones", tituló el Diario Olé. "Es un logro para el país", aseguró Marcelo Loffreda, técnico argentino. La selección argentina de rugby acababa de meterse en las semifinales de un Mundial, por primera vez en la historia tras derrotar a Escocia 19-13 en un partido muy reñido el 7 octubre 2007. Mañana (9.30; C+ Deportes) se vuelven a cruzar con el pase a cuartos en juego, pero las cosas han cambiado.

En estos cuatro años, el XV del Cardo ha sido el rival contra el que más veces se han medido los Pumas con tres victorias para los caledonios y dos para los platenses. Es una tendencia inversa a la que decía la historia. En el cómputo global de enfrentamientos (15), los albicelestes tienen en su haber nueve triunfos y seis derrotas. En 2007, Escocia llevaba 13 años sin ganar a los argentinos, mientras que ahora los argentinos llevan dos enfrentamientos consecutivos mordiendo el polvo.

Nadie quiere pensar en el pasado. "Lo pasado, pasado está", asegura el seleccionador escocés, Andy Robinson. "No pensamos en otros partidos", afirma el tercera línea argentino Juan Manuel Liguizamón, que fue suplente hace cuatro años. Pero el recuerdo del partido de Saint-Denis está ahí, incluso para los que no lo jugaron como Julio Farias Cabello: "Será un partido como el de 2007: cerrado, trabado y aburrido para los espectadores". Los que lo vivieron lo viven más todavía, aunque intentan distanciarse. "Este es un partido muy especial, tanto como el de 2007, aunque siento que esta vez tenemos mucha más presión que en el partido que disputamos en Francia", destaca el segunda Patricio el Pato Albacete, que fue titular.

Pero de lo que está claro es que ambas selecciones se conocen y se respetan. "Argentina es un equipo equilibrado. Su delantera es fuerte y abre espacio, mientras que sus tres cuartos son muy peligrosos en el uno contra uno", analiza Robinson; "habrá mucha presión para ambos equipos, y el que mejor la lleve ganará el partido". Su homólogo, Santiago Phelam, coincide en la dificultad del partido, pero ha rescatado a uno de los verdugos de los escoceses de hace cuatro años: Felipe Contepomi.

El capitán argentino, que se lesionó las costillas en el primer partido del Mundial contra Inglaterra, fue uno de los principales artífices de la victoria de los Pumas en los últimos cuartos de final, al anotar 11 de los 19 puntos argentinos. Jugará con una protección especial y no llega al 100%, como el mismo reconoce: "Todavía me molesta al pasar, aunque no al patear". La baja forma de Contepomi, no es un consuelo para los escoceses, ya que en 2007 también llegó al partido recién superada una gripe.

"Argentina está jugando muy bien y posiblemente es favorita. Además, ya demostraron en 2007 de lo que son capaces", asegura otro veterano de 2007, el escocés Chris Paterson, pero a también huye del recuerdo de ese partido; "no nos lo tomamos como una revancha. Es un partido más".