La asamblea avala a Rosell
Los socios del Barça aprueban el patrocinio de Catar, la Grada Jove y un estadio sin humo
La asamblea de socios del Barcelona aprobó ayer todas las propuestas de la junta presidida por Sandro Rosell. Validó tanto las cuentas del ejercicio económico de la pasada temporada ?las pérdidas se sitúan en nueve millones? por 807 votos a favor y 14 en contra, como el presupuesto del curso 2011-2012 -asciende a 473 millones de euros y contempla unos beneficios de 21-, por 789 votos a favor y ocho en contra. Aceptó el acuerdo de patrocinio firmado con Qatar Sports Investment, para que la camiseta del equipo de fútbol luzca publicidad la Qatar Foundation . También se pronunció a favor de un Camp Nou sin humo. Y, finalmente, dio su impulso al proyecto de la Grada Jove, o de animación, en el punto más controvertido de la jornada.
Así que Rosell obtuvo un refrendo indiscutible a su gestión, explicada en un discurso muy audiovisual. El presidente dijo que sería muy fácil para él no llevar ante la asamblea algunos temas, pero recordó que en "el club se hace lo que el socio quiere. La asamblea está por encima de la junta, la asamblea manda". Las imágenes tuvieron más impacto que las palabras, o al menos Rosell proyectó más vídeos que ideas contó, y se vanaglorió de haber despolitizado la entidad.
Rosell explicó que vendió a Chigrinski porque los bancos no les "dejaban vivir" y calificó la operación de traspaso de Ibrahimovic como "la peor inversión deportiva del Barcelona en toda su historia". El presidente pidió incluso aplausos para sus directivos, porque deben avalar con su patrimonio dos años más de presupuestos -"ponen dinero de su bolsillo"- y también para Guardiola y sus futbolistas, porque "les hicieron la puñeta a rivales muy peligrosos y aguantaron muchas cosas".
El presidente insistió en que, económicamente, el Barça está obligado a "crecer o morir". "La nuestra no es la cultura del pelotazo", matizó, en alusión al Madrid, antes de resaltar el crecimiento del patrimonio de la entidad. Javier Faus, vicepresidente económico, estuvo especialmente didáctico en su relato económico y defensa del contrato con Qatar Investiments. Faus aseguró que la junta le dio el visto bueno al acuerdo porque cumple siete puntos básicos -es compatible con los valores del club y con Unicef; garantiza tener la camiseta mejor pagada del mundo; hay la absoluta seguridad de cobro; el pago es inmediato; y el trato es por cinco años...- y desveló que dentro de dos años se decidirá el nuevo logo a estampar en la camiseta. También defendió a Catar como país y admitió que no es una democracia. El debate posterior resultó intenso y no todas las intervenciones fueron respetadas, en especial cuando se usaron argumentos políticos para pedir un voto en contra. "Razones son pesetas y lo demás son puñetas", concluyó uno de los socios.
Mucho más debatido fue el proyecto de la grada de animación que defendió Jordi Cardoner. El vicepresidente lo consideró una asignatura pendiente y explicó que la zona de grada la gestionará una asociación independiente del club, bajo supervisión de la junta y controlada conjuntamente por los servicios de seguridad y la policía. "Decir no sería rendirse a los violentos", avisó.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.