La impaciencia de Paco Gómez
El presidente del Cartagena despide tras cuatro jornadas al entrenador, con el que no contó para los 15 fichajes veraniegos
"El presidente es una persona peculiar. Es el dueño del club, el que pone el dinero y es especial". Así describe Paco López, el que hasta hace unos días fue el entrenador del Cartagena, a Paco Gómez, que tras la cuarta derrota liguera en otros tantos partidos decidió que su tiempo en el banquillo del efesé había terminado. Con el equipo colista, lejos de las elevadas aspiraciones que tiene para el club desde que se hizo cargo del mismo, pese a que su presupuesto no es de los punteros de la categoría, su paciencia, que nunca fue demasiada, se acabó.
"Está claro que cuatro partidos no son suficientes para demostrar si un entrenador está o no capacitado, es poquísimo tiempo. Para conseguir los objetivos se necesita un equipo y eso no se construye en dos meses", argumenta López, al que el despido no le cogió de improviso, "Después de perder contra el Alcorcón me lo temía porque desde el principio este club tenía la exigencia de estar arriba. Se vendió en verano que estaríamos arriba y sabía que esto podía pasar. Lo podía esperar aunque me quedaba alguna esperanza de que entendiesen la dificultad, pero al final no ocurrió".
Para el técnico, el golpe ha sido tan duro que incluso se replantea su futuro en la profesión: "Cuando te llevas un palo de esta forma, teniendo en cuenta cómo ha sido, tienes unos días de reflexión, en los que me encuentro ahora, en los que meditas si merece la pena o no seguir con esto. Tengo en cuenta que es mi profesión, mi vocación, que lo que yo tengo por el fútbol es locura, pero...". Sin embargo, en el caso de que decida seguir adelante, López se marcha con una valiosa lección después de no haber tenido ni voz ni voto en la planificación de la plantilla, de la que se encargaron el presidente y Ángel Quirantes, director deportivo hasta su dimisión a principios de mes, que ahora ha quedado vacante. "Eso me lo dejó claro Quirantes desde el primer momento y yo lo acepté, así que no puedo reprocharle nada. Me sirve para aprender, porque he visto que el entrenador debe tener alguna participación en los fichajes", afirma el entrenador.
No es nueva, en todo caso, la afición del presidente cartagenero de ejercer como director deportivo, puesto que se adjudicó a sí mismo el pasado enero tras echar del cargo a David Buitrago. "El nuevo director deportivo se llama Paco Gómez, porque ya no me fío de nadie, solo de mí mismo", aseguró entonces. Tras aquello, 15 fichajes veraniegos en un montaje y desmontaje que parece haber aturdido al equipo. "La planificación que se hizo seguramente no fue la más adecuada para el club", reconoce Mariano Sánchez, capitán del equipo, "Quirantes tuvo unas decisiones un poco... [duda y suspira] Que no calaron en la afición y en el club. Creo que su trabajo, aunque ha traído a buenos jugadores, queda en duda si está bien después de su marcha".
Según López, las prisas del máximo dirigente del efesé también brillaron en su marcha. "No le quiero dar muchas vueltas, pero es cierto que los mismos entrenadores deberíamos respetarnos un poco más y esperar siempre a que destituyeran a alguien para negociar con el club. Lo digo porque yo me enteré del fichaje de Javi López antes de que a mí se me dijera que iba a ser destituido. Se debería tener más ética. No lo digo por Javi López, que lo único que hace es trabajar, sino por todos en general". Su sustituto en el banquillo murciano no ignora que, pese a todo, la exigencia será alta: "Aunque el Cartagena partía como uno de los equipos importantes de la categoría, la realidad nos indica que somos colistas, pero somos ambiciosos y la plantilla tiene material para estar en la zona media alta", aseguró durante su presentación." Hay tiempo para rectificar", añadió. Su primer paso será la visita a Guadalajara el sábado (18.00; CMT y 7RM). Su predecesor apenas tuvo cuatro jornadas para ello.
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