Turquía aprovecha la resaca de España
Tras su exhibición ante Lituania, la selección sucumbe (57-65) ante los subcampeones del mundo después de anotar solo dos puntos en el peor cuarto su historia.- Pau Gasol, con molestias en el tobillo izquierdo, no jugó por precaución
El día después de una fiesta tiene siempre el riesgo de la resaca en forma de autocomplacencia. Eso le ocurrió a España en el choque ante Turquía. Paladeando las buenas sensaciones vividas ante el anfitrión (Lituania) y observando como el respeto se reflejaba en el rostro de los rivales, los de Scariolo se entregaron a la inercia. Así se desenvolvieron durante algo más de 30 minutos, aprovechando la anarquía turca para instalarse en un inestable dominio. Así llegaron al último cuarto, donde todo se cortocircuitó. Entonces, solo dos puntos de Felipe Reyes firmaron el peor cuarto de la historia de la selección española (2-16), apenas una horas después de haber protagonizado un primer tiempo de leyenda ante Lituania.
Al tran-tran, España arrancó el partido apoyándose en la buena mano de Marc Gasol, que firmó nueve de los 11 primeros puntos del equipo. Su hermano Pau, con una leve cojera, asistía a los acontecimientos desde el banquillo. Por precaución, Scariolo había puesto su tobillo izquierdo entre algodones después de que ayer sufriera un susto por un mal apoyo tras un tapón a Valanciunas. Incapaz de contener al menor de los Gasol, Turquía se agarraba al duelo gracias al tino de Turkoglu y a la errática muñeca de los exteriores de España (dos de ocho en triples en los primeros 19 minutos, cuatro de 17 al final). El perímetro español desmintió en el inicio las buenas sensaciones que mostró ante Lituania y devolvió la responsabilidad de la anotación a los pívots. Marc e Ibaka martilleaban la pintura turca y Felipe Reyes sostenía la rotación.
Con ese desequilibrado argumentario, España protagonizó el primer estirón del encuentro coincidiendo con el final del primer parcial (19-10). Pero Orhun Ene echó un vistazo a su banquillo y rescató para la causa a Emir Preldzic, un talento de 23 años que pasea con inusitado dinamismo sus 205 centímetros. El angelito de origen bosnio alteró los biorritmos del equipo turco y modificó el escenario del partido. 11 puntos consecutivos en apenas tres minutos catapultaron a Turquía, que logró empatar el encuentro a 23 segundos para el descanso (35-35).
San Emeterio claudicó enseguida en su intento de defender la efervescencia de Preldzic y Scariolo otorgó de nuevo a Rudy el papel de secante como ya le ocurrió con Luol Deng. La fórmula pareció funcionar de nuevo. El escolta mallorquín se multiplicó en defensa y en ataque y, con ayuda de Navarro, la apuesta española volvió a tomar vuelo (48-40 a 5.05 para el final del tercer cuarto). Pero Preldzic se soltó las cadenas y retomó el mando de las operaciones en Turquía con tanta fibra como descaro y, liderando un parcial de 0-7, equilibró de nuevo el pulso (48-47).
Las faltas lastraban el juego interior español instalando a los de Scariolo en una dinámica de impulsos. Era cuestión de rachas y de parciales. Solo Marc, Ibaka y Felipe Reyes se repartían la rotación, y los dos primeros lo hacían con tres faltas desde el inicio del tercer cuarto. Con el viento a favor el gigante turco Asik se levantó de la siesta y, con 12 puntos y ocho rebotes, llevó al partido aun territorio inesperado para España, que hasta entonces había vivido en una relativa comodidad. Turquía se convirtió en el primer equipo que logra ganar el rebote a la selección española (33-37). Los de Scariolo se quedaron clavados en los 57 puntos. Era la cifra de la condena. Casi nueve minutos sin anotar para sellar un parcial de 2-16 en el último cuarto que emborrona el presente y complica el futuro en el campeonato.
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