Los Gasol ponen la directa

El apretón de los hermanos Gasol disipó la niebla en la que el juego español se vio envuelto por momentos y sentenció con una contundencia bárbara el tercer envite del Europeo, ante Reino Unido, que empezó respondona y acabó acomplejada, absolutamente entregada. Pau y Marc brillaron todo el tiempo, pero fue en los siete minutos posteriores al descanso cuando pusieron la directa y desarbolaron por completo a los británicos. Firmaron 18 puntos consecutivos para España, que dejó de fruncir el ceño ante algunos de los errores que no le habían permitido ni despegar en el marcador, con solo seis puntos de renta en el intermedio, ni sentirse satisfecha por su juego.

La defensa de Rudy Fernández sobre Luol Deng, el alero de los Bulls de Chicago y líder de la selección británica, fue de libro. Ese aspecto, junto al recital de los Gasol decantó por completo el pulso. Los hermanos de Sant Boi perforaron la canasta de manera sistemática. Si no recibía uno, lo hacía el otro, si no llegaban por un lado, lo hacían por el contrario, si no anotaban a la primera, lo hacían a la segunda tras capturar el rebote ofensivo, y cuando no, forzaban faltas y resolvían desde la línea de tiros libres, desde la que anotaron sin fallo 12 veces.

Los británicos quedaron impertérritos frente al chaparrón. Cuando remitió ligeramente porque Sergio Scariolo efectuó cambios, ya perdían por 25 puntos. Al final, 39 puntos entre los dos hermanos, 21 para Pau y 18 para Marc, y 17 rebotes, seis para el mayor y 11 para el segundo. Casi un 50% de los 86 puntos del equipo llevaron su firma.

Mucho se ha debatido, en base a las características de su juego, si su presencia conjunta en la cancha beneficia al equipo. Hace dos años en el Europeo de Polonia, Scariolo apenas los mezcló en algún partido. Pau se había lesionado y no pudo efectuar la pretemporada. Cuando llegó la hora de la verdad la fórmula no funcionó. El seleccionador argumentó que no había dado tiempo a ensayarla. El año pasado, Pau no estuvo en el Mundial. Esta vez, antes del Europeo, el seleccionador trazó un plan diferente, que da prioridad a sacar el mayor provecho posible de la calidad de los dos hermanos. Su visión del juego, su capacidad para dar buenos pases y su versatilidad les ayuda. Son capaces de moverse y ser efectivos tanto bajo la canasta como desde cinco o seis metros. Y además están acostumbrados a intercambiar sus posiciones interiores en sus equipos, especialmente Pau Gasol en los Lakers, en función de si combina con Bynum, un cinco puro, o con Odom, un cuatro y a veces incluso un tres. Contra Reino Unido, frente a pívots bien conocidos en la liga española como Freeland y Clark, pusieron de relieve el potencial devastador de su tándem.

Los británicos las pasaron canutas. Además de los Gasol, su juego padeció un problema neurálgico. El estupendo marcaje de Rudy sobre Deng los dejó muy disminuidos en su potencial ofensivo. Aun así, España sufrió mucho en la primera parte. En buena medida, porque arrastró el mismo problema de los dos partidos anteriores, su desacierto en el tiro exterior. Tuvo que conformarse con dos aciertos en sus 14 intentos. El mejor tirador exterior, Juan Carlos Navarro, falló como casi nunca. Concluyó con un solo acierto en sus 11 lanzamientos. España tuvo que esperar al arreón de los Gasol tras el descanso, a pesar del estupendo rendimiento de Rudy, de interesantes aportaciones de Felipe Reyes e incluso de Ricky Rubio, más entonado en la dirección del juego y en la defensa. Superados los tres partidos previsiblemente más cómodos le aguardan ahora a España dos compromisos de altos vuelos, mañana ante Lituania y el lunes ante Turquía.