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Inesperado sofocón

España se complica la vida ante Polonia y obtiene una sufrida victoria (83-78) en un partido que parecía encarrilado al descanso - Navarro y los hermanos Gasol logran 68 puntos

Pudo ser un paseo, un golpe en la mesa aprovechando la bondad del calendario y de un rival propicio para barnizarse de confianza, pero se convirtió en un sofocón que a punto estuvo de desembocar en berrinche. Scariolo se enredó con la rotación, alteró jerarquías, trastocó las fichas en el tablero y cambió el rumbo de un partido plácido que derivó en un serio aviso.

Cuando para la mayoría de los equipos el arranque de un campeonato tiene un punto de incertidumbre y toma de contacto, para los hombres de Scariolo fue, en apariencia, una liberación. Tras una prolongada fase de preparación, la tropa tenía ganas de dejar de escribir en el aire y ponerse manos a la obra. Con el quinteto de gala y un excelso Pau Gasol, España sentó pronto las bases para vivir una tarde plácida.

España, 83-Polonia, 78

ESPAÑA: Calderón (-), Navarro (23), Rudy Fernández (4), Marc Gasol (16) y Pau Gasol (29) -cinco inicial- Ibaka (7), Rubio (-), Llull (-), Reyes (1), San Emeterio (3), Sada (-) y Claver (-).

POLONIA: Koszarek (19), Berisha (-), Kelati (18), Szewczyk (10) y Hrycaniuk (12) -cinco inicial- Szczotka (6), Lapeta (-), Leonczyk (6), Pamula (3), Skibniewski (4), Waczynski (-) y Wisniewski (-).

PARCIALES: 22-15, 22-16, 17-21 y 22-26.

PABELLON: Cido Arena de Panevezys. 1.500 espectadores.

España 83 - Polonia 78

España (22+22+17+22): Pau Gasol (29), Rudy (4), Navarro (23), Calderón, Marc Gasol (16) -equipo inicial-, Reyes (1), San Emeterio (3), Ricky, Ibaka (7), Claver, Llull y Sada.

Polonia (15+16+21+26): Berisha, Szewczyk (10), Kelati (18), Hrycaniuk (12), Koszarek (19) -equipo inicial-, Lapeta, Skibniewski (4), Waczynski, Pamula (3), Leonczyk (6), Szczotka (6) y Wisniewski.

Árbitros: Damir Javor (SLO), Sergey Mikhaylov (RUS) y Petri Mantyla (FIN). Szewczyk (m.34), Leonczyk (m.37), Hrycaniuk (m.39) y Lapeta (m.40) fueron eliminado por cinco personales. También Fernando San Emeterio (m.34) y Calderón (m.40).

Incidencias: Partido inicial del grupo A del Eurobasket disputado en el Cido Arena de Panevezys ante unos mil espectadores.

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Con Pau desatado, la puesta en escena fue un catálogo de virtudes. El cuadro polaco apenas podía contener el impulso del pívot de los Lakers, que firmó una declaración de intenciones de cara al campeonato. 11 puntos y dos rebotes en apenas siete minutos le bastaron para sellar el primer punto de inflexión del partido (19-8 a 3.39 para el final del primer cuarto).

Kelati era el único argumento sólido de Polonia para mantener el tipo sobre la pista. El escolta estadounidense, de ascendencia eritrea y nacionalidad polaca, multiplicaba sus recursos con la complicidad de Koszarek en la pintura y el alboroto de Berisha en el perímetro. Pero, para entonces, España había alcanzado ya una solvente velocidad de crucero que le permitía gestionar alternativas y distribuir minutos de rodaje. Calderón, Navarro, Rudy, Pau y Marc desenrollaron la alfombra y la segunda unidad saltó a la pista con la misión de consolidar la renta.

Abrumados y resignados ante Pau, los postes polacos tampoco encontraron antídoto para Marc e Ibaka que continuaron martilleando la zona rival y dominando la propia. Navarro completó el repertorio desde el 6,75 hasta retratar el mando en el marcador (40-25 a 3.23 para el descanso).

Con semejante diferencia, Scariolo comenzó una meticulosa dosificación que terminó por escapársele de las manos. Tramitando conceptos como la confianza, la participación, el rodaje o la experiencia dio carrete a todos los componentes de la convocatoria y, por inercia, se resintieron la rigurosidad en los esquemas y la mentalidad. La rotación desembocó en descontrol con las fichas esparcidas en el tablero. Un 17-21 en contra en el tercer cuarto dejó la diferencia por debajo de la barrera psicológica de los 10 puntos alterando el ecosistema del partido. Los biorritmos polacos despertaron y encararon el tramo final con la ilusión de lo inesperado y el descaro del que, tras verse sentenciado, encuentra el regalo de una segunda oportunidad.

Szewczyk y, sobre todo, Kricaniuk - 12 puntos y 9 rebotes- aprovecharon el desconcierto en la rotación interior de España que se vio obligada a reclutar a sus piezas principales. Los hermanos Gasol intentaron sellar la zona y Navarro buscó retomar el pulso. Pero para entonces, el sofocón había descompuesto la figura del equipo español. Estresado y sin batuta, con el trio de bases incapaz de anotar y dirigir -0 puntos y 5 asistencias entre todos-, Polonia se le subió definitivamente a las barbas y el descaro de Koszarek - 19 puntos y dos rebotes- puso el partido en el alambre (77-74 a 1.03 para el final).

Y ahí, en el territorio del miedo donde las tácticas dimiten ante el carácter, Navarro - 23 puntos- y, de nuevo, Pau -con 29 puntos- sacaron brillo a sus galones y a su talento. Tan descomunal como el susto que se llevó España.

Gasol, durante el partido
Gasol, durante el partidoMINDAUGAS KULBIS (AP)

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