El Manchester humilla a Wenger
El United golea al Arsenal (8-2) y deja al entrenador francés contra las cuerdas
Alex Ferguson empezó la semana mostrando su apoyo a uno de sus viejos enemigos, Arsène Wenger, pero la acabó sin ninguna compasión hacia el entrenador francés. Un Manchester United en plena forma machacó a un Arsenal en descomposición. Old Trafford se recreó en la exhibición de su equipo entre burlescos olés que jaleaban los pases de sus jugadores. Mientras, los aficionados gunners se tapaban la cara en gestos de desesperación. Y Wenger, sentado sobre la butaca roja del United, era la imagen del hundimiento.
Rooney capitaneó la goleada con un triplete: dos tantos de falta y el tercero de penalti. El 10 del United lideró un ataque desbordado con Nani, Chicharito y Ashley Young, este último autor de dos golazos parecidos, arrancando en diagonal desde su posición de interior izquierdo y enviando el balón a la escuadra contraria. Los fichajes del United funcionaron a la perfección, empezando por la portería: De Gea le paró un voleón a Van Persie en el minuto 55 que fue calificado inmediatamente por la prensa inglesa como terrific save [tremenda parada], en el segundo partido -antes lo hizo ante Tottenham, en el estreno liguero en Old Trafford- en que el portero madrileño ha mostrado ya parte de su potencial. Antes ya le detuvo un penalti a Van Persie, saludado el meta español con alborozo por sus compañeros. El joven delantero Welbeck, de 20 años, marcó antes de lesionarse y dejar su puesto a Chicharito. Cleverley, de 22, movió con criterio al equipo desde el mediocentro, junto a Anderson. Y el central Phil Jones, de 19, procedente del Blackburn Rovers, demostró a Vidic y a Ferdinand que el recambio está listo. Capello está entusiasmado con ellos. Y, por supuesto, Ferguson, que ha sabido enriquecer paso a paso la plantilla del United.
MANCHESTER, 8; ARSENAL, 2
Manchester United: De Gea; Smalling, Jones, Evans, Evra; Nani (Giggs, m. 67), Cleverly, Anderson (Park, m. 67), Young; Rooney y Welbeck (Chicharito, m. 35).
Arsenal: Szczesny; Jenkinson, Djourou, Koscielny, Traore; Ramsey, Coquelin (Oxlade-Chamberlain, m. 62), Rosicky; Walcott (Lansbury, m. 83), Van Persie (Chamakh, m. 83) y Arshavin.
Goles: 1-0, min. 22: Welbeck. 2-0, min. 28: Young. 3-0, min. 41: Rooney. 3-1, min. 45+: Walcott. 4-1, min. 64: Rooney. 5-1, min. 67: Nani. 6-1, min. 70: Park. 6-2, min. 74: Van Persie. 7-2, min. 82: Rooney (pen.). 8-2, min. 90: Young.
Árbitro: Howard Webb. Amonestó a Evans y Young por parte del Manchester y a Djourou y Arshavin por parte del Arsenal. Expulsó por doble tarjeta amarilla a Jenkinson, del Arsenal.
75.448 espectadores en Old Trafford.
Justo lo contrario le ha sucedido a Wenger en el Arsenal. Al quedarse sin dos pesos pesados como Cesc y Nasri, traspasados al Barça y el Manchester City, no ha sabido reaccionar. La política que tantos éxitos le reportó, fichando a jugadores muy jóvenes que iba formando poco a poco, ha resultado insuficiente. El hueco es demasiado profundo. Y pese a haber pasado la ronda previa de la Champions al superar al Udinese, las críticas de los gunners hacia su entrenador y hombre fuerte del club desde hace tantos años, desde 1996, van a ser despiadadas. Desde la Copa inglesa conquistada en 2005, el Arsenal de Wenger inició un suave descenso que se ha vuelto vertiginoso en las últimas semanas, con decenas de jóvenes fichados que no dieron la talla. En 2002, aquel Arsenal victorioso le ganó la Liga a Ferguson en Old Trafford. Desde entonces, el técnico escocés y el francés se odian profundamente. Ahora, es mucho peor. Ferguson se compadece de Wenger. "Las críticas hacia él son injustas", señaló el preparador del Mufc; "estamos en un mundo muy cínico y cuando pierdes, los jueces salen".
Y el United inicia una carrera feroz con su vecino, el Manchester City, por la conquista de la Liga. Están arrasando. Empatados a nueve puntos, el United lleva un gol más a favor, 13, y empatan en cuanto a tantos recibidos (tres). Los dos conjuntos de Manchester se perfilan, junto al Liverpool, como los principales candidatos.
El Manchester City, otro ciclón
Dzeko se ha desatado. En un equipo donde sobran delanteros, donde la titularidad es un privilegio al alcance de muy pocos, el ariete bosnio recoge boletos para seguir en la punta de ataque. Tévez, Balotelli y Bellamy están, por el momento, detrás suyo, siempre como acompañantes. El partido contra el Tottenham aclaró la situación; le endosó cuatro goles como cuatro soles, siempre bien impulsado por Nasri, que en su debut ha servido le sirvió dos pases de gol -tres asistencias en total-. Una dupla que promete tardes felices a los seguidores citizens, que amargó la existencia al Tottenham.
Pese a la estruendosa goleada final (1-5), el duelo comenzó con ambos equipos repartiéndose ocasiones y peligro. Pero a medida que Nasri entraba en juego, el césped se inclinaba en contra de los Spurs. Aunque el Manchester City tuvo que esperar hasta que apareció otro de sus grandes talentos, el Kun, para abrir el marcador. El argentino combinó con el centrocampista francés, que con su pase dio inició al particular espectáculo de Dzeko. El Tottenham trató de reaccionar, pero el martillo bosnio puso el 0-2 a cuatro minutos del descanso en una de sus especialidades, el remate de cabeza, nuevamente asistido por Nasri. Herido el Tottenham, los citizens no tuvieron piedad; otro tanto de Dzeko; uno de Agüero y el quinto, de nuevo, firmado por Dzeko. En nada quedó el solitario tanto de Kaboul. Jack Wilshere, excompañero de Nasri en el Arsenal, resumió en su Twitter lo visto en White Hart Lane como algo sacado de un videojuego: "Alguien debe decirle a Dzeko que deje de jugar al FIFA sobre el campo".
En Alemania, el Schalke doblegó al Borussia Monchengladbach (1-0) gracias a un tanto de Raúl en el minuto 64.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.