Prigioni vuelve al Caja Laboral

"Me ilusiona volver a Vitoria porque fue un sitio muy importante para mi carrera, pero aún no tengo nada concreto y hay más interesados", dijo hace unos días Pablo Prigioni (Río Tercero, Argentina; 1977). Hoy, ese dejarse querer del argentino se ha convertido en una realidad con el anuncio del regreso a la que fue su casa. Tras dos campañas en el Real Madrid, el base ha firmado por una temporada por el Caja Laboral, el club donde había pasado los seis años anteriores a su desembarco en el conjunto blanco, los mejores de su carrera, en los que ganó una ACB, dos Copas del Rey y alcanzó una final de la Euroliga, convirtiéndose en uno de los bases más cotizados del continente.

Sin embargo, el argentino -que se encuentra noveno en la clasificación histórica de máximos asistentes de la ACB, con 1.567- no ha tenido tanta suerte en la capital y no ha logrado alzar ningún trofeo en estos dos años, dentro de la sequía de títulos que atraviesa la sección del Madrid. Durante el último curso, con el fichaje de Sergio Rodríguez, Prigioni estaba llamado a ser la parte cerebral que pusiera control a la imaginación del base canario. Pero la mezcla no funcionó, por más que Prigioni fuera titular casi siempre. Pero la edad pesa. Ahora, con 34 años, regresa al Caja Laboral, que este verano ha visto cómo su base titular, Marcelinho Huertas, -nombrado mejor uno de la ACB la temporada pasada- ha fichado por el Barcelona Regal. Tras la efervescencia del brasileño, la serenidad del argentino regresa al Fernando Buesa Arena, que intentará aportar algo más que buenos recuerdos.