Götze se presenta en sociedad
Alemania supera a Brasil, que maquilla la derrota al final con un gol de Neymar
El comedido Joachim Löw, seleccionador alemán, celebró con efusividad el segundo gol de su selección. Representaba mucho. En primer lugar, la presentación internacional del mayor talento del fútbol alemán en los últimos tiempos, Mario Götze, el volante de 21 años que ha seducido completamente al Kaiser, Franz Beckenbauer. Lo llama el Messi alemán. Exagera, claro, llevado por la emoción de ver a un jugador tan distinto a los demás en la Bundesliga. Y en segundo lugar, la esencia en el tanto del estilo perseguido por Alemania desde que Klinsmann, confirmado ayer como seleccionador de Estados Unidos, se hiciera cargo del combinado germano en 2004, continuado por Löw en el pasado Mundial de Sudáfrica. Fue un tiralíneas ideado por Schweinsteiger, que, tras descargar en Klose, envió un pase profundo y medido al desmarque de ruptura de Götze. El medio del Borussia Dortmund aceleró y superó en carrera por un costado al portero Julio César antes de marcar sin apenas ángulo.
ALEMANIA, 3; BRASIL, 2
Alemania: Neuer; Träsch, Hummels (Boateng, m.87), Badstuber, Lahm; Schweinsteiger (Rolfes, m.85), Kroos; Müller, Götze (Cacau, m.87), Podolski (Schürrle, m.46); y Gómez (Klose, m.46).
Brasil: Julio Cesar; Dani Alves, Lucio, Thiago Silva, André Santos; Ralf, Fernandinho (Ganso, m.70), Ramires, Robinho; Neymar y Pato (Fred, m.77).
Goles: 1-0, m.60: Schweinsteiger, de penalti. 2-0, m.67: Götze. 2-1, m.72: Robinho, de penalti. 3-1, m.80: Schürrle. 3-2, m.90: Neymar.
Arbitro: Viktor Kassai (Hungría), que amonestó a Ganso.
Estadio Mercedes Benz Arena de Stuttgart.
Más que nunca Schweinsteiger se sintió el líder de su selección. E inspirado como estaba, presionó intensamente la pretendida salida del balón del lateral izquierdo de Brasil, André Santos. Le robó la cartera y su pase atrás lo remachó de primera Schürrle, el delantero de 20 años del Leverkusen.
La victoria iba a ser dolorosa para Brasil, pero Neymar, ya al filo de la campana, disparó seco y colocado desde la frontal del área y maquilló la derrota para la canarinha. Fue lo único reseñable del delantero del Santos, sin dar todavía la medida de sus posibilidades en la selección. Tampoco Ganso, aunque ayer este apenas disputara el último cuarto.
Ha pasado ya más de un año, pero este Brasil de Mano Menezes sigue manteniendo el perfil que tuvo en el Mundial de Sudáfrica con Carlos Dunga en el banquillo, la de un equipo armado para defenderse en su campo y contraatacar. Eso hizo, básicamente, en la primera parte, tratando de aprovechar la velocidad en la salida de Neymar, Robinho y Pato. Así dilapidó el delantero del Milan, precisamente, la mejor ocasión de la canarinha, en el arranque de la segunda parte: una vaselina demasiado cruzada. Falló en el remate el delantero milanista.
Alemania, por el contrario, quiere seguir siendo protagonista jugando en campo contrario, presionando al rival en sus propias barbas, tratando de dominar el balón de principio a fin. Esa es la idea sobre la que insiste Löw, que le dio ayer vuelo a Götze. Y el chico le dio la razón. Su vértigo, irrumpiendo desde la segunda línea, rompió la rígida zaga brasileña, todavía liderada por un Lucio a quien ni Dunga niMenezes le han encontrado sustituto. El penalti que cometió sobre Kroos, convertido por Schweinsteger, terminó por desestabilizar a Brasil.
Al adelantarse Alemania, Brasil se vio en la obligación de avanzar sus líneas, y ahí se le vieron más las carencias en la creación del juego. El cuadro de Löw aprovechó la aparición de muchos más espacios. Mejorado en este segundo tiempo por la entrada del veterano Klose, más acertado en sus movimientos que Mario Gómez en el primer periodo. Ausente Özil y no tan fino como en Sudáfrica Thomas Müller, Götze asumió el protagonismo en una segunda parte que lo ha presentado en la alta sociedad.
Francia, por su parte, empató a uno en Montpellier con Chile con goles de Rami, el central del Valencia, por parte de los Bleus, y de Córdova por parte chilena. Alexis Sánchez, del Barcelona, fue suplente y, tras entregar, en la segunda parte, le dio mucha más profundidad al conjunto de Claudio Borghi.
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