Pastore revienta la banca francesa

Salió de inicio, en una apuesta del técnico Ángel Cappa, que le veía tan escuchimizado como bueno, que le dio la oportunidad con la camiseta de Talleres ante Defensa y Justicia, en la Nacional B (Segunda División). Quiebros, pases y cintas, puro espectáculo, hasta el punto de que le cosieron a patadas y el futbolista se quedó en el banquillo en el segundo acto, bastante magullado. "¿Cuánto cuesta?", le preguntó Felipe Miñambres, director deportivo del Rayo y amigo de Cappa a la conclusión del encuentro. "¡Pero si no ha jugado ni un partido y ya me lo querés quitar!", le respondió el entrenador, medio en broma medio en serio, harto de que los futbolistas argentinos duren lo que canta un gallo, seducidos y convencidos por el dinero europeo. Javier Pastore (Córdoba, Argentina; 1989), siempre de media punta, se quedó en Talleres y después, también de la mano de Cappa, se marchó a Huracán, donde se destapó en un torneo que se le escapó por dos errores arbitrales en el último encuentro frente a Vélez (un gol anulado que era legal y un tanto en contra, previa falta al portero). "Pastore es uno de esos futbolistas que hacen diabluras con la pelota, que lanzan al equipo y que tienen llegada. Podría dirigir a la selección argentina", apunta Cappa. De momento, dirigirá al PSG, que ha pagado 43 millones de euros al Palermo, la segunda cifra más alta del mercado veraniego tras los 45 millones que el Manchester City depositó en las arcas del Atlético por el también argentino Kun Agüero.

"A falta de la revisión médica, se puede decir que soy jugador del Paris Saint Germain oficialmente", aseguró anoche el futbolista en su página oficial. Firmará por cinco temporadas y cobrará cuatro millones anualmente. Un traspaso que hace historia porque se convierte en el futbolista más caro del fútbol francés, superando al delantero Nicolás Anelka, por quien el propio PSG pagó 33,5 millones al Real Madrid en el año 2000. Una cifra, en cualquier caso y a tenor de los acontecimientos, que no parece inquietar a Sheikh Tamim bin Hamad Al Thani -pariente cercano del jeque catarí que ostenta la propiedad del Málaga-, al frente del fondo de inversión Qatar Sports Investments, que recientemente adquirió el 70% de sus acciones. El PSG, así, ha invertido 87,7 millones esta temporada, lo que le sitúa al frente del ranking de gasto en Europa. Gameiro (15 millones), Bisevac (3,2), Matuidi (7,5), Menez (8), Sissoko (7,5), Sirigu (3,5) y Douchez (libre), engalanan y fortalecen un equipo que aspira a la Ligue 1 y que pretende reforzar su nombre continental -cuenta con una Recopa, en 1996- este curso en la Liga Europa. Con Pastore será más fácil.

El Flaco, como le conocen en Argentina, tiene como referentes a Kaká, Riquelme y Francescoli. Y mezcla un poco de ellos, como demostró en la Serie A, donde desembarcó en 2009 desde el Huracán, con una buena conducción del balón, con facilidad para el pase definitivo y con olfato goleador. En la última temporada, jugó 35 partidos de Liga, en los que anotó 11 goles. Fue al Mundial de Sudáfrica en 2010, convocado por Diego Armando Maradona, y también el recientemente destituido Sergio Batista le llevó a la Copa América 2011. Aunque con ninguno se ganó la titularidad. Considerado como uno de los jugadores más prometedores del momento, este verano había sonado para equipos de primer nivel como el Chelsea. Finalmente, ha sido el PSG, convencido sobre todo por el director deportivo Leonardo -ex técnico del Milan e Inter-, quien ha tirado la casa por la ventana para convertir al espigado y habilidoso media punta en el eje central de su prometedor proyecto deportivo. "Me voy feliz y al mismo tiempo tengo una gran pena en el corazón. Al Palermo y a su afición les debo mucho de lo que me está pasando. Quisiera poder abrazar a todos", remató Pastore en su web oficial.