Mirotic ya tiene oro y quinta
España culmina su epopeya en el Europeo sub 20 y logra el único título que le faltaba
Algunos jugadores, pocos, son tan capaces de hacerse admirar durante un partido o un torneo como de hacer soñar a los aficionados. Definitivamente, Nikola Mirotic es uno de ellos. Con 20 años ha demostrado su capacidad para ser un líder, el bastión de un equipo, de una notable generación, la que se consagró con el título tras vencer en la final del Europeo sub 20 a Italia por 82-70, a pesar de que el equipo que dirige Juanan Orenga sufrió las lesiones de Sastre, nada más empezar, y de Simeón y Llovet en el tercer cuarto.
El Europeo ha constituido una epopeya para España. Juegos Olímpicos al margen, se trataba del único título que faltaba en las repletas vitrinas de la Federación Española. Se jugaba en casa, ante la animosa afición de Bilbao. Y estaba Mirotic, el jugador montenegrino, la perla de Podgorica que hizo suya en 2008 el Madrid. Esta temporada ha explotado ya en el primer equipo y, de no haber sido por el curso acelerado de Serge Ibaka en la NBA, hubiera sido el nacionalizado designado por Sergio Scariolo para competir en el Europeo absoluto.
España, 82 - Italia, 70
España (17+25+26+14): Franch (19), Pozas (5), Sastre (-), Llovet (3), Mirotic (29) -quinteto inicial-; Simeón (-), Barrera (10), Arévalo (-), Jodar (6), Joan Tomás (7), Lorenzo (-) y Gil (3).
Italia (16+19+20+15): De Nicolao (11), Vitali (3), Gentile (14), Melli (9), Cervi (2) - quinteto inicial-; Polonara (6), Moraschini (17), Santiangeli (-), Baldi (8) y Traini (-).
Parciales: 17-16, 42-35 (descanso); 68-55 y 82-70 (final).
Árbitros: Radovic (CRO), Lottermoser (ALE) y Dragojevic (MNE). Sin eliminados por faltas. Incidencias: Unos 6.000 espectadores en el Bilbao Arena. Final del torneo.
Mirotic se ha confirmado en el Europeo sub 20 con una grandeza inusual: 27 puntos de media, batiendo el registro histórico de Vassileiadis con 25,5, además de casi 10 rebotes. La empresa no era fácil. Lo dice la historia. Solo tres veces había llegado a la final España y las tres las perdió. En 1996, la generación de Dueñas, Rodilla, De la Fuente y Guillén cayó ante la Lituania de Jasikevicius; en 2002, la Grecia de Spanoulis y Zisis fue el verdugo del equipo de Fran Vázquez, Grimau, Guillem Rubio, Miso y Miralles; y en 2007, la España de Llull, Pau Ribas y Xavi Rey cayó en la final ante la Serbia de Teodosic.
Para ganar, Mirotic necesitaba ayuda y la tuvo porque junto a él crece una magnífica generación, con bases como Franch (DKV Joventut) y Pozas (Unicaja), un eficiente pívot como Llovet (Joventut) y aleros como Sastre (Cajasol), Jodar (Madrid) y Barrera (Joventut). Una camada de oro.
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