"El fútbol se inventó para jugarlo como lo hacen España y el Barcelona"
Cuenta la leyenda que, cada cuatro años, el escritor uruguayo Eduardo Galeano cuelga en la puerta de su residencia el cartel de "cerrado por fútbol" para entregarse, durante un mes ininterrumpido, a la pasión de la Copa del Mundo. Algo similar ocurre en casa de Hugo Sotil (Ica, Perú; 1949). El Cholo, leyenda desde que en 1975 lograra el tanto de la victoria en la conquista de la segunda Copa América de su selección y miembro de la histórica delantera del Barça de Rinus Michels junto a Rexach, Asensi, Cruyff y Marcial, devora todos los partidos que retransmiten por la tele y paladea el fútbol de su Barcelona y de España. Ahora, entregado a la Copa América, sueña con que Perú dé la campanada.
Pregunta. ¿Cómo está viendo a su selección peruana en esta Copa América?
Respuesta. Markarián está apostando por gente joven y está formando un grupo de presente y, sobre todo, de futuro. Perú no confiaba mucho en el equipo, tenían muchas bajas y la gente pensaba más en las eliminatorias de clasificación para el Mundial de Brasil 2014. Pero, vistos los resultados, ahora la gente quiere más y ese va a ser el problema. Cuando salieron de aquí rumbo a Argentina lo hicieron con la cabeza gacha y ahora van a tener que seguir remando para rendir orgullo a esa camiseta y poder dar la sorpresa de alcanzar un título como el que logramos nosotros en 1975.
P. En aquella ocasión, usted fue el gran protagonista.
R. No tuve la oportunidad de jugar ninguna eliminatoria ni tampoco la fase final. Ahora la FIFA obliga a los clubes a ceder a los jugadores, pero entonces el Barcelona no quería darme permiso. Fueron días duros hasta que decidí marcharme, cogí un vuelo y llegué a Caracas justo para jugar el partido de desempate. Aterricé un lunes a las ocho de la noche y el miércoles estaba disputando la final ante Colombia. Gracias a Dios anoté el gol de la segunda Copa Sudamericana [ahora Copa América] para nuestro país.
P. ¿Qué recuerda de aquellos días?
R. Como me había nacionalizado español, todos pensaban que ya no quería vestir la camiseta de mi país, pero la causa era que el Barça me retenía. El profesor Marcos Calderón ya tenía su equipo delineado con Ramírez, Rojas, Cubillas... Y cuando me vieron aparecer todos se sorprendieron. Me convertí en un dolor de cabeza para el seleccionador pero, por suerte, tras cuadrar el rompecabezas decidió ponerme entre los titulares. La única forma de agradecérselo fue conseguir el gol del triunfo. Fue lo más lindo que pude hacer por mi país.
P. ¿Perú tiene opciones en esta edición?
R. Ojalá. Markarián está trabajando bien. Cuesta tener paciencia en los tramos de formación pero, si le dejan construir, tendremos equipo para los próximos dos o tres Mundiales. Él vino para dejar algo más allá de un trabajo provisional. Lo que todos los peruanos quieren es creer en un equipo que sea capaz de aparecer de manera consecutiva en tres o cuatro Copas del Mundo. Tenemos confianza en recuperar la senda de los años 70.
P. ¿Cómo vivió su etapa en Barcelona?
R. Me sorprendió todo desde el primer momento. Cuando llegué al aeropuerto había un alboroto inmenso y me pregunté si estaban esperando a un político o a un cantante, pero no, me estaban esperando a mí. Nunca había visto a tantos periodistas juntos...No estaba acostumbrado a hacer conferencias de prensa y tuve que hablar muerto de los nervios. Ahí tomé conciencia de la dimensión del Barcelona. A los pocos días jugué el Gamper, hice una buena actuación y la gente comenzó a quererme. Desde estonces siento al Barcelona como algo mío.
P. ¿Cómo era aquel Barcelona?
R. Todos hablan de Cruyff que era un genio pero yo me acuerdo de todos...de Rexach, Asensi, Marcial, Migueli, De la Cruz...Rifé. Teníamos un equipazo, con gente de experiencia, gente joven y el mejor del mundo, que era Johan. Era un equipo parecido al de ahora, hicimos una bonita campaña y recuperamos la Liga tras 14 años (en 1974), pero nunca llegamos a tener tanta proyección mundial. Antes no había tanta promoción, no había todo lo que rodea ahora al fútbol.
P. ¿El Barcelona actual es el mejor de todos los tiempos?
R. Sin duda es el equipo al que mejor he visto jugar jamás. Hablan de Messi, de los centrocampistas bajitos...Pero es que el lateral derecho es el primero de los atacantes y todos hacen goles, todos acarician la pelota. Juegan tan bonito que en ocasiones veo sus partidos repetidos cuatro y cinco veces porque te quedas maravillado.
P. ¿Dónde está la clave de este Barcelona?
R. Es el talento por encima de todo. Messi, Iniesta, Xavi...miden lo mismo que Romario, que Maradona, que yo mismo (1,69m), jugadores que han dejado huella. El talento no se mide en centímetros. Cuando me marcaban europeos de 1,90 o 1,95, admiraba su potencia y su fuerza, pero la habilidad siempre puede con el músculo. La fuerza de este Barça está en la mente de su entrenador. Es la fuerza de una idea. Todo empieza en el portero. Es el primero en sacarla jugada, en iniciar el juego de toque con los centrales, con los laterales...Y ahí empieza el baile. Es dificilísimo quitarles el balón a estos muchachos.
P. ¿Por qué critican el juego de Messi con Argentina?
R. Messi juega bien en los dos lados. La diferencia está en los que le rodean. En Argentina esperan que él lo haga todo. Lo único que se le puede reprochar es cierta obsesión con el gol. No marcó en el pasado Mundial y quiere romper ese muro. Pero en cuanto Argentina despierte se verá el verdadero Messi.
P. Tanto Argentina como Brasil, dos de los favoritos, han comenzado con dudas esta Copa América.
R. En ocasiones pecan de confianza y juegan solo con el nombre. También les pesa el cansancio al tener más jugadores en las Ligas europeas, que tienen una competencia más grande y de más partidos. Pero, superado el primer tramo, estos equipos se rearman y vuelven a ser poderosos. Siempre son favoritos aunque puede haber sorpresas como Colombia y Chile. Tienen la mezcla perfecta de gente joven y experta y a delanteros potentes como Falcao, Alexis, Suazo...
P. Como delantero acreditado, ¿qué opinión le merece Alexis Sánchez?
R. Le vengo siguiendo su carrera estos años como a la mayoría de los sudamericanos que juegan en Europa y su fútbol está hecho para el Barça. Tiene habilidad, regate y dinamismo. Tendrá que luchar para ganarse el puesto, pero puede aportar al grupo.
P. Y de la gran nómina de atacantes que hay en esta Copa América, ¿con quién se queda?
R. Difícil elegir. Brasil y Argentina tienen muchos puntas jóvenes y talentosos. Me gusta también Guerrero, que después de muchas lesiones ha vuelto a su nivel, Suazo.... pero me encanta El Cacha [Forlán]. Se ha hecho un gran goleador en Europa. Allí hay más facilidad para hacer gol, los marcadores son carrileros que suben constantemente y en cada partido tienes 15 o 20 ocasiones de gol. Con mi estatura, en mi primera temporada en España hice 16 o 17 goles y varios de cabeza. Rexach y Cruyff me la ponían perfecta.
P. En los dos últimos Mundiales solo Uruguay alcanzó las semifinales. ¿Qué le pasa al futbol sudamericano?
R. Hay que seguir el ejemplo de España. Su apuesta por el talento puro. Tratando de imitar y reproducir cosas del fútbol europeo trastocamos la esencia del sudamericano...Hay que rescatar el pase corto, el toque. Brasil y sobre todo Argentina son favoritas siempre, pero llevan tiempo sin responder. Esperemos que los equipos sudamericanos tengan más opciones en el próximo Mundial.
P. ¿Qué le pareció España en el Mundial de Sudáfrica?
R. Mereció sin duda ser el campeón, de calle. Les seguí en la Eurocopa. Llevan tiempo trabajando muy bien y con la llegada de Del Bosque se consolidó la propuesta. Tuve la suerte de jugar con Don Vicente y su fútbol era parecido al de Xavi o Iniesta... Puro toque, respeto al balón, búsqueda de combinaciones... A los sudamericanos nos gusta ese fútbol, y todos en Perú nos hicimos hinchas de España. El fútbol se inventó para jugarlo como lo hace España y el Barcelona. Cierro los ojos y veo al Brasil del 70... A Pelé, Rivellino, Tostao, Jairzinho...
P. Ese es el fútbol que llega más al aficionado.
R. Es el fútbol bonito, el fútbol como arte. No el que se juega a base de rechaces y se persigue el balón donde caiga. En nuestra época llegó a Perú el profesor Didí como seleccionador (1969-1970) y en apenas un año implantó el jogo bonito que se decía entonces y tuvimos la suerte de estar en tres Mundiales entre el de México 70 y el 1982 en España. La gente se enamoró de aquello y lo extraña mucho.
P. ¿Con qué recuerdos se queda de su etapa como jugador?
R. De mi paso por Europa me quedo, sin duda, con el 0-5 al Madrid en el Bernabéu [en 1974, Sotil anotó el quinto gol]. Y, en Sudamérica, con el título de la Copa América del 75. El fútbol es mi pasión y el Barcelona y la selección peruana mis dos amores.
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