Diego Alves, fe y cualidades

Los 70 goles que el Almería encajó la pasada temporada en su descenso a Segunda como colista destacado, no han hecho dudar al Valencia de la calidad de su guardameta, Diego Alves (Río de Janeiro, Brasil; 1985), que desde la próxima temporada defenderá su elástica. El meta brasileño -el primero de su nacionalidad en recalar en la Liga desde su llegada al Almería, en 2007- luchará por el puesto con un canterano de la casa, Vicente Guaita (24 años), la sorpresa del curso anterior que le quitó el puesto a César (ahora en el Villarreal), que acaba de renovar con el club hasta 2015. Pero a Alves no le falta fe ni cualidades para disputarle la titularidad.

"Como en cualquier otro puesto, la competencia hace que se eleve el nivel", explica José Manuel Ochotorena, entrenador de porteros del Valencia. "El club ha de tratar de que se den estas situaciones para que luego sea el entrenador el que tenga que juzgar y el que sepa sacar provecho de los jugadores", añade.

La juventud de ambos no parece preocupar a Ochotorena. "Es cierto que son jóvenes. Pero ambos tienen ya experiencia en Primera. Además, siempre llega un momento en el que has de dejar volar a los jugadores por sí mismos", explica. Una cualidad, la de volar, que el técnico coloca entre las más notables del brasileño: "Tiene una gran velocidad de reacción. Es en las situaciones cercanas a portería donde más ha destacado". Algo que le ha facilitado convertirse en un auténtico para-penaltis, ya que ha detenido 10 de los 17 que le han lanzado como portero del Almería, donde ya coincidió en la temporada 2007-08 con el que será su nuevo técnico, Unai Emery.

"El club decide los puestos que hay que potenciar y luego consulta al cuerpo técnico, que es el que aconseja. En este caso está claro que contábamos con una ventaja: que Emery tiene una información más cercana del jugador. No solamente deportiva, sino también personal, de cómo es Alves fuera del campo", cuenta Ochotorena. Una relación prioritaria que también se dejó entrever en las primeras declaraciones de Alves tras oficializarse su traspaso: "El Valencia ha sido mi única meta desde que conocí su interés por contratarme".

A la vuelta de las vacaciones, Alves verá cumplido su propósito de jugar en Mestalla. Para entonces, solo quedará saber cuántas veces le dejará su lucha con Guaita colocar dentro de la portería la medallita que una tía suya le dio cuando salió de Brasil, ya casado, con apenas 21 años. Se trata de la patrona de Brasil, Nuestra Señora de la Aparecida, la cual, según el propio Alves, reconforta a los que tienen fe. Algo que no parece faltarle al nuevo meta del Valencia, que aterriza en un equipo en el que no tiene el puesto asegurado.