Pistorius se acerca a Daegu

Oscar Pistorius tiene una obsesión. A pesar de carecer de piernas, amputadas por una malformación infantil, y de correr sobre dos imponentes prótesis de fibra de carbono, el sudafricano quiere competir con los mejores atletas del mundo. Por esta razón planteó una larga batalla lega antes de los Juegos de Pekín de 2008, batalla que acabó ganando ante el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS). Pero la vida es tozuda y el atleta no logró la mínima que exigía la federación internacional para participar en el sueño olímpico.

Han pasado casi tres años de esta polémica -sus detractores dicen que las prótesis le impulsan porque actúan como muelles- y Pistorius, que se tuvo que conformar con tres oros en los Paralímpicos de la ciudad china, parece más cerca de su sueño. Ayer, en la reunión de Nueva York de la Liga del Diamante, el sudafricano acabó quinto y, sobre todo, cubrió los 400m en 45,69s a tan solo 44 décimas del tiempo que le puede llevar a los Mundiales de Daegu (Corea del Sur), que empiezan el 27 de agosto.

Es la segunda vez que Pistorius baja de los 46 segundos. Hace casi tres meses en Pretoria, la ciudad donde vive y se entrena, cruzó la meta tras correr 45,61s. Pero ayer lo hizo en peores condiciones, con viento y una ligera lluvia.

"Cuando llueve, tengo menos agarre y eso ralentiza mi zancada", explicó Pistorius, de 24 años, a la agencia Reuters nada más acabar la carrera. A pesar de ello estaba feliz. No solo por el puesto logrado -era el que peor marca tenía de los participantes-, sino por el tiempo conseguido. "No pensé que había corrido en 45s. Pero cuando vi a mi agente y a mi entrenador sonriendo de oreja a oreja supe que lo había hecho bien", añadió.

Por cierto, la carrera la ganó Jeremy Wariner (45,13s), campeón olímpico en Atenas 2004, subcampeón en Pekín 2008 y en los Mundiales de Berlín 2009, donde fue superado por su compatriota LaShawn Merrit, suspendido hoy por dopaje.