La soledad de Javi Guerra

Javi Guerra volverá a ser este jueves, en la ida de los playoffs frente al Elche (21.00, Canal +), la referencia en ataque del Valladolid. No hay otro ariete en el primer equipo. Ese hecho ha provocado que el delantero malagueño sea el futbolista del conjunto blanquivioleta que más minutos ha disputado, 3.590, y el quinto de toda la Segunda División. Ha jugado 41 encuentros, todos menos uno que se perdió por sanción. Su rendimiento, a pesar de la acumulación de partidos, está siendo magnífico: lleva 28 dianas -es el segundo máximo goleador de la categoría tras Jonathan Soriano, que metió 32-, ha conseguido seis dobletes y un triplete. Muchos aficionados, no obstante, tienen miedo de que cualquier percance le obligue a estar de baja, lo que provocaría que el Valladolid tuviera que recurrir a los delanteros del filial para afrontar los partidos decisivos.

Esos temores provienen de una dolencia que Guerra padece en el tobillo derecho llamada sinovitis crónica. Los médicos del equipo llevan toda la temporada desvelándose para que el ariete no tenga problemas. En el Valladolid aseguran que están tranquilos. "Miedo no tenemos. El tobillo está bien. De hecho, no se ha perdido ningún partido por lesión. Si estuviera mal, habría dado problemas", explican. El propio futbolista reconocía hace unos meses que se sentía bien, aunque matizaba: "Termino los partidos tocado, pero el entusiasmo me empuja hacia adelante". El cuerpo técnico admite que, a pesar de que lo juega todo, en los entrenamientos sí dosifican sus esfuerzos.

Aunque el Valladolid cuenta con Guerra como único ariete profesional, la delantera era una posición que parecía bien cubierta al inicio de la temporada, puesto que Calle y Keita acompañaban al malagueño en punta. Todo cambió, sin embargo, en el mercado de invierno. Calle, que había marcado cuatro goles en 15 partidos, pidió salir del equipo. "El Albacete le ofrecía contrato hasta 2012, un año más que el que tenía aquí", explica un portavoz del club. También Keita, que estaba cedido por el Mallorca y apenas jugaba, abandonó Valladolid y se fue a Arabia Saudí. "Se le buscó una salida porque no estaba satisfecho y el club tampoco estaba contento con él", explican en el club.

Ante ese panorama, los pucelanos decidieron buscar en el mercado otro delantero para que acompañara a Guerra. Y lo encontraron en el Bolívar, de Bolivia: el uruguayo William Ferreira. Sin embargo, no pudo debutar por un problema burocrático y, después de entrenarse varios meses en Valladolid, regreso a su anterior equipo. Resulta que, según el TMS, que es el programa informático de la FIFA para los fichajes entre equipos de diferentes países, el traspaso se realizó unos minutos fuera de plazo. El Valladolid recurrió a todas las instancias posibles, incluido el Tribunal de Arbitraje Deportivo, pero fue inútil.

El entrenador del equipo pucelano, Abel Resino, pidió el fichaje de otro ariete, pero nunca llegó, así que ha utilizado como complemento a Guerra a los canteranos Bacari y Quique, que han jugado ocho y seis partidos respectivamente, casi siempre saliendo desde el banquillo. Guerra ha hecho olvidar con sus dianas las apreturas del equipo en punta y se ha convertido en el tercer máximo goleador en una temporada de la historia del Valladolid. El Elche puede ser su próxima víctima.