Polémica de 'fotofinish'

Por cómo ha transcurrido la etapa de hoy, da la impresión de que la solidez con la que Alberto Contador se ha afianzado en el liderato del Giro va a restarle tensión a los últimos días del Giro. Sin embargo, la tercera etapa más larga de toda la prueba (230 kilómetros entre Feltre y Tirano) reservaba un final de infarto. Un competido sprint entre los italianos Visconti (Farnese) y Ulissi (Lampre), con el español Pablo Lastras (Movistar) como invitado de honor, ha acabado de forma polémica. El joven corredor del Lampre parecía tomar la ventaja cuando, a pocos metros de la meta, Visconti ha interpretado que le ha cerrado contra la valla lateral para evitar un adelantamiento y le ha empujado dos veces con el brazo. El de Farnese ha sido finalmente primero, pero sus malos gestos le han costado la descalificación y que el triunfo pasara a la cuenta de Ulissi. Visconti ha sido relegado al tercer puesto.

No ha tenido mucha más historia una etapa que deja todo igual por arriba y que no tiene consecuencias para la pelea por el título. En el grupo de fugados también iba el bielorruso Sivtsov, quien durante muchas etapas fuera segundo en la general. La circunstancia ha obligado al Liquigas de Nibali a tirar a buen ritmo del pelotón durante casi toda la jornada, para evitar que su líder pudiera acabar perdiendo su tercer puesto en la general a manos del corredor del HTC. Al final, sin embargo, ninguno ha sido protagonista.

El grupo ha mantenido su ventaja constante en torno a los seis minutos hasta la bajada del primer puerto del día, el paso del Tonale, cuando esta ha empezado a reducirse. La siguiente cumbre, la del Áprica, la han coronado los escapados todavía con una renta de cuatro minutos. A menos de 20 kilómetros para la meta y con una larga bajada por delante, empezaba a aclararse la opción de que el vencedor de la etapa saliera de los fugados, como ya ocurrió el domingo con Mikel Nieve. Entre ellos iba Visconti, el campeón de Italia al que la organización concedió el dorsal 150 en honor del aniversario de la unificación del país trasalpino. No se le había visto prácticamente hasta ahora en el Giro y quería lucirse hoy, ganando por primera vez una etapa en su cuarta participación en la corsa rosa. Quería ser protagonista y, al final, lo ha sido de la forma que menos le habría gustado. Imponiéndose de forma antideportiva y perdiendo la victoria por culpa de dos empujones.