El Rayo, a un paso de volver a sentirse grande

El Rayo Vallecano buscará mañana ante el Xerez (12.00, Canal +) cerrar su regreso directo a Primera tras cuatro temporadas en Segunda y otras tantas en Segunda B. El empate del Elche frente al Celta en Balaídos (2-2) le devolvió virtualmente de vuelta a la élite, a expensas del recurso del Granada ante el Comité Español de Disciplina Deportiva por alineación indebida del Barcelona B en la jornada 33. A falta de dos jornadas, el conjunto andaluz tiene 66 puntos por los 73 del Rayo con un encuentro menos. "Dependemos de nosotros mismos pero no quiero hablar del ascenso hasta que no se consiga. Hay que ser cautos y centrarnos en un partido muy serio, luego ya veremos que hacemos si lo conseguimos para celebrarlo con la afición, que es el 99% de todo esto. Eso sí, si se consigue, me gustaría tener una celebración en el campo especial, que el equipo diera una vuelta completa y tener tiempo para poder dirigirnos a la grada, para cantar con ellos nuestras canciones", recalca José Ramón Sandoval, el entrenador del conjunto madrileño.

El momento es tan esperado que esta mañana se agotaron las entradas para el estadio Teresa Rivero, que por decisión popular y tras el visto bueno del nuevo dueño, el empresario Raúl Martín Presa, cambiará de nombre. Los resultados de las últimas jornadas (dos derrotas en casa contra Salamanca y Elche y un empate en Vigo) no desanimaron a una afición entregada con una plantilla al límite tras los problemas económicos que le llevaron a plantearse encerrarse en la ciudad deportiva o no disputar algún partido como medida de protesta. Previsor, el club ha emitido un comunicado en el que solicita a sus seguidores que no ocupen el terreno de juego "para poder festejar adecuadamente tan gran acontecimiento". En caso de confirmar de una vez su vuelta a Primera, donde ha disputado 12 cursos -fue noveno en la campaña 1999-2000, su mejor clasificación-, los jugadores y el cuerpo técnico se dirigirán en un autobús "engalanado para la ocasión" a la Fuente de la Asamblea "para ofrecer a Vallecas el premio a tanto esfuerzo". "Llevamos mucho tiempo esperando este partido", se muestra rotundo Armenteros; "hay que ascender cuanto antes, anotar el gol que lo confirmara sería una locura total". El Rayo reviviría así unas sensaciones que no disfruta desde el 1 de junio de 2003, cuando se despidió de los grandes tras empatar en Mallorca a falta de dos jornadas para el final de la Liga. Fue el punto y final a un periplo de cuatro años en la élite del fútbol español, la mejor racha del equipo de la Villa de Vallecas.

"Este domingo vamos a volar en el campo. Sabemos lo que hay en juego y lo que podemos conseguir. Está claro que es un partido especial para mí porque el Xerez fue el equipo que me dio la oportunidad de jugar en Primera y se portaron muy bien conmigo. Pero lógicamente yo me debo al Rayo, aunque a partir del lunes les deseo lo mejor para que puedan entrar en el playoff", remacha Casado. A seis puntos del Valladolid, séptimo con 63 -el Barça B no puede subir dada su condición de filial-, el cuadro andaluz todavía tiene opciones de disputar la liguilla de ascenso.