"Ha sido muy duro"
Guardiola y sus jugadores realzan la dificultad de lograr el título con el Madrid como rival
Los jugadores del Barcelona abrazados en círculo en mitad del césped, los del Levante igualmente exultantes. Guardiola tendiendo la mano a su colega Luis García. Los presidentes de ambos clubes, Sandro Rosell y Quico Catalán, fundidos en un abrazo en el palco. Los aficionados, todos, celebrándolo a lo grande, unos el título, los otros la permanencia, una gesta para los del Barcelona, y un éxito no menos meritorio para los del Levante. El empate contentó por igual a unos y otros.
El Barcelona sumó su tercer título de Liga consecutivo, el 21º en su historia. El de Guardiola es un equipo que parece no tener límites. Su éxito es descomunal: nueve títulos de los doce en los que ha competido desde que lo dirige el de Santpedor. "Nos toca disfrutar, ha costado mucho", acertó a decir un afónico Guardiola, todavía sobre el césped, tranquilo pese a la verbena que se desató a su alrededor. Y esa fue la idea que predominó en las apreciaciones de todos los implicados en la consecución del título.
"La principal dificultad de este año residía en que veníamos de un Mundial y no sabíamos cómo iban a reaccionar los jugadores. La experiencia nos decía que, en teoría, iban a caer. Y se han mantenido en pie. Comprobamos que tenían ganas de seguir ganando y mejorando. Nos han dado una lección", les piropeó Guardiola. "Para un club como el nuestro, lo que se está consiguiendo es muy grande. Ganar cinco Ligas en los últimos siete años, 11 de las últimas veintitantas, es algo excepcional. Estos jugadores son únicos, y el trabajo del club será encontrarles recambio a medida que se vayan haciendo mayores", añadió el técnico.
"Es una Liga y ha costado mucho. Tiene mucho mérito. ¡Este equipo es muy grande!", subrayó Xavi. En la cabeza de los jugadores todavía bullía la presión que han soportado a lo largo de una temporada especialmente intensa, sobre todo en las tres últimas semanas en las que se enfrentaron cuatro veces al Madrid, contra el que perdieron el título de Copa. Se sobrepusieron a ello, y también al durísimo golpe sufrido cuando se supo, en marzo, que Abidal sufría un tumor en el hígado.
La moral y entereza del jugador francés tuvo un efecto positivo. "La de Abidal ha sido la peor noticia del año pero también la mejor, porque hoy \[por ayer\] ha vuelto a jugar más de media parte. Por todo eso ahora nos toca disfrutar, eso es lo que les pido a los jugadores. Nos toca ir a cenar mucho, bailar mucho, organizar fiestas. Nos toca hacer mucho de mucho", adelantó el entrenador. Keita dedicó el gol a su mujer y a sus dos hijos. "Y a todos los culés", añadió. "Porque este título es muy importante. Ahora falta la final de la Champions, vamos a preparar bien ese partido porque es muy importante para el club y merece ganarlo".
Iniesta no paraba de celebrarlo. Marcó en el derbi ante el Espanyol y ante el Levante lo festejó por partida doble, no en vano cumplía 27 años. "Después de tanto trabajo, recoger el fruto es... Hay que disfrutar de este título". Los jugadores del Barcelona repitieron la celebración. Se retiraron al vestuario pero al cabo de unos minutos volvieron a salir al césped. Eufóricos, saludaron, bromearon, se rociaron con cava y algunos de ellos montaron su particular show: "Adri, Adri, habla para Canal Plus", micrófono en mano le gritaba Thiago Alcántara a Adriano, que corría a unirse al grupo, en una de las esquinas del Ciutat de València. "Di unas palabras", insistía. "Muy feliz. Vamos a disfrutar ahora, que es mi primer título de Liga", concedió el brasileño.
"No es normal durante tres años seguidos ganar la Liga y menos en una de tanta calidad como esta, pero esto demuestra lo competitivo que es este equipo", apuntó Mascherano, uno de los pocos jugadores que quedaba en el campo cuando ya todos sus compañeros habían tomado el camino de los vestuarios, de las duchas y el cava. Messi incidió en las dificultades que tuvo que superar el equipo: "Ha sido un año muy duro en el que trabajamos mucho contra un gran rival como es el Madrid".
Canaletes, como tantas otras veces, como sucedió tras el 1-1 que supuso el pase a la final de la Champions tras eliminar al Real Madrid, fue el centro neurálgico de las celebraciones en Barcelona. Los festejos se repetirán el viernes con una rúa por algunas céntricas calles de la ciudad antes de concluir en el Camp Nou. El Ciutat de Valencia volvió a ser un estadio talismán para el barcelonismo, que en ese mismo escenario celebró también el título en mayo de 2005 gracias a otro empate a uno, con un gol de Eto'o. En sus gradas, mucho después de que hubiera acabado el partido todavía podía verse a una aficionada sosteniendo un cartel con una dedicatoria muy especial, a uno de los mejores golfistas de la historia y reconocido seguidor del Barça. "¡Seve, esta va por ti!".
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