El Madrid denuncia ante la UEFA las simulaciones de los jugadores del Barça

El presidente del Madrid, Florentino Pérez, proclamó en marzo que las agresivas campañas de denuncia que impulsaba su entrenador, José Mourinho, representaban un modo renovado de defender los viejos valores del madridismo. El miércoles Mourinho denunció informalmente que la UEFA favorecía al Barcelona mediante la manipulación arbitral de la Liga de Campeones. En respuesta, el Barcelona formalizó una denuncia a Mourinho ante la UEFA por daños contra el honor y, cuatro horas más tarde, el Madrid replicó interponiendo otra denuncia formal contra el Barcelona, en este caso por la presunta conducta antideportiva de sus jugadores. Ayer, por lo tanto, el Comité de Control y Disciplina de la UEFA, localizado en la ciudad suiza de Nyón, recibió dos demandas. Si hasta ayer el clásico se libraba en el campo y en las salas de prensa, a partir de ahora también se dirimirá en la instancia burocrática de los organismos jurídicos que regulan el fútbol en Europa.

El Madrid emitió una nota informativa, dando a entender que actuaba sin más remedio, en respuesta a un movimiento previo del Barça. "Conocida la decisión sin precedentes del F. C. Barcelona de denunciar al entrenador del Real Madrid C. F. José Mourinho ante el Comité de Control y Disciplina de UEFA", reza la nota, "el Real Madrid C. F. comunica que se ve obligado a dar consecuente traslado al mismo órgano disciplinario de la reiterada conducta antideportiva del F.C. Barcelona, cuyos jugadores simularon agresiones de forma persistente con el único fin de inducir a error al árbitro del encuentro, lo que degeneró en la decisión manifiestamente injusta de expulsar a nuestro jugador Pepe".

El departamento jurídico del Madrid deberá actuar con gran habilidad puesto que pretende defender ante la UEFA a un hombre, Mourinho, que ha puesto en duda la buena fe de la propia UEFA. El organismo que gobierna el fútbol europeo, que desde hace años mantiene unas relaciones institucionales difíciles con el Madrid, incluye, en su seno, a los árbitros del Comité de Control y Disciplina que deben decidir sobre el asunto.

Los abogados del Madrid consideran que cuando Mourinho acusó a la UEFA de desvirtuar la competición que organiza estaba en su ejercicio legítimo del derecho de libertad de expresión: "Resulta sorprendente que este encadenamiento de conductas antideportivas y decisiones desafortunadas finalmente desemboque en la apertura de un expediente disciplinario a nuestro entrenador José Mourinho quien, más allá de opiniones vertidas en el ejercicio de su libertad de expresión, puso de manifiesto su rechazo a la victoria deportiva a cualquier precio y a la vulneración de los principios de lealtad, integridad y espíritu deportivo que consagran el art. 7 del Preámbulo de los Estatutos de UEFA y el art. 5 de su Reglamento Disciplinario, por lo que el Real Madrid C. F. manifiesta su total apoyo a su entrenador".

La nota oficial del Madrid no especifica quiénes, de entre los jugadores del Barça, fingieron sufrir faltas. Las acciones legales del Madrid respaldan la teoría que ha esgrimido Mourinho ante los jugadores. Cada vez que enfrentó al Barça, el entrenador reunió a su plantilla para instruirla sobre la conducta que debía seguir en relación a los arbitrajes. El técnico insistió a los futbolistas que debían decirle al árbitro que los jugadores del Barça "hacen mucho teatro".