Al baloncesto le tiembla la muñeca
Los equipos de la ACB actualizan los peores registros de anotación de la historia en una temporada marcada por unas estadísticas sonrojantes
La condición atlética, el vértigo y la presión agobiante se están revelando como los peores enemigos del pulso, la precisión y la puntería. Los partidos de baloncesto de la ACB se convierten, por momentos, en auténticas secuencias erráticas donde los jugadores son incapaces de enhebrar un balón de 23 centímetros de diámetro por un aro de 45,7. En lo que llevamos de temporada, los equipos rivalizan en anotaciones paupérrimas en una secuencia sin precedentes.
Jamás se habían visto menos puntos en un encuentro ACB que los 100 que solo pudieron sumar entre el Cajasol y el Assignia Manresa en la duodécima jornada de la liga. Y eso que Jordi Grimau evitó sobre la bocina que la leyenda fuera aún mayor con los 2 puntos que cerraron el partido. Los 100 puntos en el global del choque (52-48) se unían al grupo que inauguró el propio conjunto manresano, con una victoria por 47-53 en León el 11 de octubre de 1994 y al que se sumaron Blancos de Rueda y Lagun Aro la pasada temporada, con un histórico 61-39. Desde la temporada 1983-1984 los espectadores solo había padecido 18 encuentros con menos de 110 puntos entre ambos contendientes.
Pero apenas unas jornadas después, de nuevo el Manresa, esta vez ante el Alicante, tuvo el dudoso honor de actualizar la estadística de puntuación negativa en la ACB. En la vigésimo tercera jornada, el Assignia ganó al Meridiano Alicante, 49-48, lo que supone hasta la fecha la menor anotación conjunta en la era de la ACB, 97 puntos. El equipo local ganó el encuentro a pesar de anotar solo cinco puntos en el último cuarto, un triple y dos tiros libres.
Ayer mismo, también se batió el récord negativo de anotación en un solo cuarto. Desde la instauración de los cuatro periodos en el año 2000, nunca un equipo se había quedado sin anotar en uno de los cuatro cuartos reglamentarios. Nunca hasta ayer, cuando el Blancos de Rueda Valladolid de Porfirio Fisac se quedó dejó a cero su casillero en el segundo cuarto. La defensa del Granada consiguió que el Valladolid firmara 0/8 en tiros de dos, 0/7 en triples, cuatro pérdidas y un total de -11 de valoración. El mínimo hasta la fecha era de dos puntos en un cuarto, registro que se había producido en dos ocasiones: durante el Alta Gestión Fuenlabrada-Gran Canaria Grupo Dunas de la temporada 2006-07, que finalizó con 15-2 en el parcial del segundo periodo, y en el Power Electronics Valencia-Caja Laboral de esta misma campaña, en el que los vitorianos ganaron por 2-15 en el cuarto periodo.
Ni los grandes escapan al desatino. En la vigésimo primera jornada de la Liga, el Power Electronics Valencia derrotó al Madrid en La Fonteta por 59-52. La cifra era la peor anotación del conjunto madridista en Liga desde 1965, cuando el Picadero le batió por 77-45, y la decimoquinta más baja de su historia. El DKV Joventut también actualizó este curso los datos más oscuros de su longevo expediente. El Unicaja consiguió el mayor triunfo en la historia de la ACB al avasallar al conjunto verdinegro por 56 puntos (111-55). La valoración final, un explícito 150 a 31.
Pero si hay un episodio paradigmático, ya fuera de la ACB, del desacierto bajo los aros, ese es el primer partido de la serie de cuartos de final de la Euroliga entre el Olympiacos y el Montepaschi de Siena. Al descanso, el marcador reflejaba un histórico 47-9 para los locales y el encuentro finalizó 89-41 para los griegos, con estadísticas de récord. Mientras Olympiacos sumaba una valoración global del equipo de 123, los italianos se quedaron en -2. Montepaschi totalizó unas estadísticas de tiro de nueve de 46 en tiros de dos, tres de 15 en triples y 14 de 23 en tiros libres. A pesar de semejante sonrojo, el cuadro italiano derrotó al Olympiacos en los tres encuentros posteriores y logró su clasificación para la final four de Barcelona.
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