El campeón desplomado
El Inter pierde en una semana dos partidos clave y el presidente Moratti, que se encargó de consolar a Leonardo, lo atribuye al cansancio
Noche de pesadilla, titulaba la web de la Gazzetta dello sport. Nadie le había metido cinco goles al Inter en San Siro. Al menos en competición europea. Lo hizo el Schalke de Raúl y de Jurado. Resultado: el campeón de Europa noqueado por un equipo que marcha décimo en la Bundesliga. Y que hace poco echó a su entrenador.
Igual que hizo Massimo Moratti pocos días antes de Navidad. Decidió prescindir de Rafa Benítez justo después de ganar el Mundialito de Clubes. El Inter estaba estancado en la Liga, el técnico español molesto con el presidente y con la no política de fichajes, y los jugadores cada día más lejos de su entrenador y de la lucha por el scudetto.
El dueño del Inter se encomendó a Leonardo. El brasileño, 41 años y uno de experiencia en el banquillo del Milan, trajo aire fresco, según los jugadores. Hizo grupo, conectó con ellos y llevó al equipo a los cuartos de la Champions y a dos puntos del Milan (eran 13 cuando se marchó Benítez). Pero, en una semana, ha desperdiciado el trabajo hecho en cuatro meses. Las derrotas contra el Milan y el Schalke le apartan, a menos de dos milagros, de la lucha por el título de Liga y de la Copa de Europa. El Milan está ahora a cinco puntos y, para eliminar el cuadro alemán, los neroazzurri necesitan marcar cuatro goles y no encajar ninguno.
Tarea difícil teniendo en cuenta que Julio César ha encajado ocho en los últimos dos partidos. Según Moratti el problema es el cansancio. "La derrota me ha sorprendido por amplia... pero ya veníamos dando señales de cansancio. Veía que a los jugadores le costaba y me daba cuenta de que eso era una clara señal negativa", dijo el presidente. Según Leonardo, en cambio, es pronto para buscar explicaciones. "Nos hemos desgastado mucho para llegar a los momentos decisivos de la temporada. El partido había empezado de la mejor forma [gol de Stankovic a los 40 segundos] pero es una derrota tan importante que buscar justificaciones me parece fuera de lugar...", comentó el técnico.
El caso es que el equipo se ha desplomado en el momento clave de la temporada. En los últimos tres meses ha jugado 21 partidos, uno cada tres días. Hasta Eto'o (32 goles esta campaña) se ha estancado; lleva tres partidos seguidos sin marcar. Sneijder, de repente, ha perdido la chispa. Igual que Stankovic y Cambiasso. A Julio César se le ve inseguro y Maicon está desaparecido por la banda. Para colmo, ni Leonardo ya cree en el santo de las remontadas. "Nada es imposible en el fútbol, pero no creo que se pueda remontar el resultado", dijo en sala de prensa anoche.
Ha sido Moratti el encargado de animar a la caseta y a Leonardo. Se reunió con él durante una hora después del partido. "Leo sabe cuáles son sus responsabilidades", dijo el presidente. "Para mí no ha cambiado nada, para él quizás sí. Le he visto de bajón, por primera vez tiene que enfrentarse a otra realidad...Yo ya sé cómo va esto y lo cruel que puede llegar a ser el fútbol...", declaró Moratti.
Nadie en el club se esperaba semejante derrota. Y ahora parece que nadie tiene argumentos que la expliquen. En un sondeo en la web de la Gazzetta preguntaron a lo largo del día quién era el culpable. Un 51,8% dijo Leonardo, un 48,2%, los jugadores.
Mientras, en la prensa hay quien utiliza los mismos argumentos que también utilizó cuando se fue Benítez: el vacío dejado por José Mourinho. Así empezaba la crónica de Alberto Cerruti en La Gazzetta: "Érase una vez el Inter de Mourinho que derrotaba al Chelsea y al Barcelona en casa y luego ganaba la Champions en una noche mágica en Madrid. Ha pasado menos de un año pero parece un siglo...".
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