La pole de 125cc es para Cortese

Acostumbrado a dejarse el alma en cada vuelta el año pasado, Nico Terol se toma con calma el inicio del nuevo curso. Tras la deserción de sus dos grandes rivales en el 2010, Márquez y Espargaró, el alcoyano es el gran favorito. Esta vez, son el alemán Sandro Cortese y su compañero de equipo Héctor Faubel quienes tratan de ponérselo difícil. Y aunque en la clasificación de este sábado ha sido el alemán quien se ha apuntado la pole en el último minuto, tras una sesión dominada por Terol, es el piloto del equipo Aspar el que mejor ritmo parece tener para la carrera de mañana domingo en el circuito de Jerez.

Terol lo hizo todo bien en Catar. Fue el más rápido en todos los entrenamientos, se ganó salir desde la pole, y venció en la primera carrera del año. Pero los puntos solo los reparten mañana, en la carrera. Cortese saldrá desde la mejor posición de la parrilla; Terol (a tres décimas), desde el segundo puesto; y Faubel (a seis), desde el tercero.

Bautista: "Nos dejaron solos en Catar"

A Álvaro Bautista siempre le acompaña su sonrisa. Aún con una brecha de más de 30 cm en su pierna izquierda. Sufrió un calvario en Doha (Catar), tras el accidente en el que se destrozó el fémur en el primer gran premio del año. Ha vuelto al circuito, pero acompañado de unas muletas y cargado de nostalgia: "Mejor esto que quedarme en casa tirado en el sofá y viendo las carreras por la tele. Pero me estoy mordiendo las uñas. Quiero subirme a la moto. Por suerte, volveré pronto", apuntó. Tras un tercer paso por el quirófano ya en Madrid, el de Talavera trabaja diariamente con un fisioterapeuta, que le ha acompañado hasta Jerez, para poder llegar a la carrera de Portugal, donde se celebra el próximo gran premio dentro de un mes. "El médico y el fisio me dicen que voy muy bien, pero, sinceramente, voy más lento de lo que esperaba", confiesa.

Los problemas postoperatorios tras fijársele el fémur en un hospital de Doha lo han complicado todo: "Tengo una raja en la pierna y una retahíla de grapas; perdí mucha sangre. Si después de la caída hubiera podido volver a Madrid, podría estar ya encima de la moto", señaló. Bautista reconoce que se sintió desamparado en Doha: "Estaba allí sin ver el momento de poder volver a casa. El único objetivo era ponerme cuanto antes en manos del doctor Villamor para que me tratara como un piloto y pensara en mi pronta recuperación. Sin embargo, me quedé solo con mi representante en una habitación que compartía con otros tres pacientes. Cuando acabó el domingo, nos quedamos solos, como si pensaran 'ahí os quedáis; apañaos como podáis'. Nos dejaron solos".