En comunidad para sobrevivir
Los jugadores del Jaén, que llevan seis meses sin cobrar, comparten piso y envían a sus mujeres e hijos con familiares más pudientes
"A veces me pregunto si vale la pena seguir así, porque llega el momento en el que lo importante es poder subsistir día a día". Philippe Toledo, un jugador nacido en Francia pero que ha estado ya en numerosos equipos modestos del fútbol español, reconoce que la situación que está viviendo este año en el Jaén, equipo del grupo IV de la Segunda División B, es tan crítica que supera todo lo que hubiera podido imaginar en el peor de sus sueños.
Los jugadores del Jaén llevan seis meses sin cobrar ante la deriva de un club que está en concurso de acreedores por el estado de quiebra técnica. Aunque el calvario lo vienen sufriendo desde el inicio de la temporada, se ha ido agravando de tal manera que la plantilla ha tenido que hacer piña para poder salir adelante, no sin la generosidad de empresas y vecinos de Jaén. Los jugadores, que han tenido que enviar a sus mujeres e hijos a casa de sus familiares ante la imposibilidad de pagar los alquileres, se han agrupado ahora en pisos, una forma de compartir (y sufrir) en comunidad.
"Nunca he pasado por algo así, es muy triste tener que dejar tu casa, poner tu coche en venta y tener que pedir dinero a la familia para poder comer", dice Toledo, de 27 años, y que antes de llegar al Jaén pasó por los filiales del Zaragoza, Levante y Valencia, y por el Elche y el Cartagena. Tras enviar a su mujer con su familia de Valencia, el futbolista galo comparte ahora hogar con sus compañeros Diego Segura, Valdés y Zurdo. No pagan nada. El piso es propiedad del anterior propietario del club, Carlos Sánchez, que lo ha puesto a disposición de los jugadores. En otro piso conviven, recuperados de un susto mayúsculo, el portero Tejera y los jugadores Fabios y Pedro, que fueron desalojados hace poco de otro inmueble por el embargo que pesaba sobre él.
Tan agónico es el día a día en el Jaén que los jugadores habían planeado un encierro en las deplorables instalaciones del estado a partir de este lunes. Finalmente, lo han suspendido tras prometerle el club el pago inminente de 1.200 euros -menos de una nómina- tras haber recibido el dinero de uno de los patrocinadores. También descartaron a última hora cualquier acción de protesta en el partido que este sábado disputaron ante el Écija, un choque que peligró por el estado patético del terreno del juego al carecer el club de agua y luz por los impagos.
Precisamente, en Écija, en el partido de ida, hace ahora una vuelta, empezaron a visualizarse las vergüenzas de esta plantilla, que tuvo que recurrir a la generosidad de los taxistas de la ciudad para realizar el desplazamiento y poder jugar el partido. No es la única colaboración que reciben. Restaurantes les ofrecen menús a bajo coste, una peluquería les corta el pelo gratis y hasta el Obispado llegó a poner a disposición su residencia de seminaristas para el alojamiento de los jugadores.
Una situación que indigna y desespera a José Manuel Zurdo, que ha tenido que enviar a su pareja y su hijo con sus padres en Cádiz. "No podíamos pagar los 550 euros del alquiler y hacer frente a todos los gastos del niño", dice Zurdo, de 29 años y con un largo peregrinar por equipos modestos de Andalucía y Extremadura. "En el Portuense llegaron a debernos cuatro meses, pero eran los últimos y teníamos ahorros, pero aquí en Jaén solo cobramos dos nóminas al principio y no nos queda ni un euro". Así las cosas, jugadores y afición temen más que nunca por el futuro del club, fundado en 1922 y que en las dos últimas temporadas se quedó a las puertas del ascenso de categoría, cayendo ante los filiales del Barça y el Villarreal. Una desaparición que se evitó el pasado verano con un acuerdo de última hora para renegociar la deuda contraída con jugadores y técnicos, pero que volverá a hacerse presente al final de una temporada que los futbolistas están salvando con profesionalidad. "Soy muy pesimista sobre el futuro", confiesa Toledo. La afición no se resigna y, quizá por ello, acudieron al partido ante el Écija con el lema. "Somos Jaén".
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