McIntyre, el triunfo del tesón

Antes de que el base Terrell McIntyre (Carolina del Norte, Estados Unidos; 1977) diera hoy la victoria al Unicaja frente al Real Madrid con un triple en el último suspiro, el jugador estadounidense ya guardaba felices recuerdos de un partido frente al equipo blanco. El 12 de febrero de 2010, cuando militaba en el Montepaschi de Siena, italiano, anotó 24 puntos y dio 11 asistencias en un partido de la Euroliga. Fue una de las mejores actuaciones de su carrera. Consiguió 43 puntos de valoración. El rival aquella noche era el Real Madrid, que perdió 83-76.

McIntyre no nació ayer en el baloncesto. Lleva toda su vida lanzando a canasta. Desde que era un niño, siempre se empeñó en madrugar por las mañanas para practicar los tiros. Se levantaba a las seis de la mañana porque era el más bajito de su equipo -ahora mide 1,76- y tenía que esforzarse para no pasar desapercibido entre sus gigantes compañeros. Su tesón le hizo destacar durante la universidad, pero no pudo dar el salto a la NBA. En cambio, se fue a Europa, una decisión que él califica siempre de muy buena.

Desde que en 1999 debutó con el BCM Gravelines, francés, ha jugado en Alemania y en Italia, donde se convirtió en uno de los jugadores más destacados de la competición. Su filosofía es clara: disfrutar del juego y hacer participar a todo el mundo en él. "El trabajo del base consiste en hacer jugar a los demás, en hacer mejores a los que te rodean, en convertir el baloncesto en algo fácil para tus compañeros", afirma.

El verano pasado fue uno de los fichajes estrella del Unicaja, pero las lesiones que ha sufrido esta temporada le habían impedido demostrar su talento hasta ahora. Algunos criticaron su fichaje al entender que, con 33 años, su carrera estaba en plena cuesta abajo. Una canasta decisiva ante el Madrid es buen momento para empezar a reivindicarse.

ACB: Unicaja 69-68 Real Madrid