Wade le roba la cartera a Kobe Bryant

Dwyane Wade sacó a los Miami Heat del infierno en el que se consumían durante los últimos días tras cinco derrotas consecutivas y un debate de enorme proporción en Estados Unidos porque algunos de sus jugadores habían llorado en el vestuario tras la penúltima de esas derrotas, ante Chicago. El amenazador peligro de un nuevo tropiezo ante los Lakers planeó en el pabellón de los Heat, pero al mismo tiempo el equipo de Florida no podía enfrentarse a un rival más propicio para conseguir la redención. Son los campeones, el equipo de Phil Jackson y Kobe Bryant. Vencerle equivalía a lavar los pecados de las cinco citas anteriores. Y eso es lo que consiguieron al ganar por 94-88 después de un encuentro igualadísimo, tenso, espectacular especialmente en un primer cuarto pletórico por parte de ambas escuadras.

Bosh le amarga a Gasol

Chris Bosh llevó por la calle de la amargura a Pau Gasol y a la defensa de los Lakers. El patito feo del big three, el que más suele fallar, fue esta vez el máximo anotador con 24 puntos, además de 9 rebotes. Pero si alguien se encargó de apuntillar a los Lakers y de hacer olvidar la contumacia en los errores de los Heat en los finales de partido, ese fue Dwyane Wade. Poco acertado hasta entonces, Wade sumó cuatro canastas y dos robos de balón en los últimos cinco minutos que resultaron definitivos. Esos dos robos, además, los consiguió a costa de Kobe Bryant. La estrella de los Lakers también anotó dos triples marca de la casa en ese intervalo, pero solo sirvieron para retrasar la derrota e incluso hacer más valiosas las punzadas de Wade.

Los Lakers, rival propicio

El último empate, a 88, se produjo tras el segundo triple de Kobe a falta de algo más de dos minutos. Falló Bosh, pero recuperó Wade y asistió a LeBron. A partir de ahí, dos ataques de los Lakers los desperdició de mala manera Ron Artest. Y Wade culminó su obra y la victoria que da oxígeno a un equipo que se ha visto envuelto en una marea de polémicas y debates después de sus cinco anteriores derrotas consecutivas. Todas habían sido ante equipos de primera fila. Resulta que los Lakers son el único rival de la parte alta de la tabla al que Miami Heat ha conseguido hincarle no una sino ya dos veces puesto que ya lo habían derrotado por 80-96 en el Staples Center de Los Ángeles el día de Navidad.

Éxito de los reservas de los Heat

Los Lakers fallaron sobre todo en el rebote. Permitieron que los Heat capturasen nueve más. Además estuvieron mal en el tiro, con un 40% de acierto. Los Heat, en contra de lo que acostumbran, lograron aportaciones muy interesantes de jugadores que no forman el big three, caso de Chalmers, con 3 de 4 triples antes de la media parte, y también de dos suplentes, como Bibby y Mike Miller, que aportaron dos triples más cada uno. Por el contrario, la aportación de los suplentes de los Lakers fue escasa, con 11 puntos para Odom, y solo cinco entre Brown, Blake y Barnes. Por una vez, los suplentes de los Heat superaron a sus rivales por 22-16. En los cinco partidos anteriores, los reservas de los Heat habían perdido por un acumulado de 149 a 51 puntos.

Pau Gasol aportó 20 puntos, solo 5 rebotes y una asistencia, con una serie de 8 de 16 en el tiro. Kobe Bryant sumó 24 puntos y Bynum, 13 puntos y 12 rebotes. Por los Heat, además de los 24 puntos y 9 rebotes de Bosh, Lebron James aportó 19 puntos, 8 rebotes y 9 asistencias y Wade, 20 puntos. Los Heat necesitaban el triunfo de manera imperiosa especialmente por el calendario que les aguarda con rivales como Memphis, el sábado; los Spurs, el lunes; y Oklahoma, el miércoles.