Messina da el portazo
El técnico italiano dimite irrevocablemente a pesar del intento del Madrid de convencerle para que continuase.- Su ayudante, Molin, se hace cargo del equipo de forma temporal
Iba a ser un partido de trámite y se convirtió en el epicentro de un terremoto. El jueves, el Madrid caía derrotado (77-95) ante el Montepaschi en el Top 16 de la Euroliga de baloncesto. Más allá del resultado, intrascendente para la clasificación para los cuartos, ya asegurada, el encuentro derivó en un esperpento de brazos caídos y falta de concentración de los madridistas con ventajas de hasta 31 puntos para el conjunto italiano. Al concluir, Ettore Messina decidió poner punto final a su andadura como técnico madridista. En el vestuario reprochó con dureza a los jugadores su falta de actitud y de compromiso con el club y con él. "No aguanto más. Me marcho", espetó a Juan Carlos Sánchez, director general de la sección. Muchos interpretaron su reacción como un calentón. Pero el portazo era irrevocable. "Hemos faltado al respeto a la afición. Pido perdón a todos los que han comprado la entrada y a los que tienen que madrugar mañana", dijo con un hilo de voz en la rueda de prensa posterior, en la que no admitió preguntas.
Ayer por la mañana, mientras se ultimaban los preparativos para celebrar el martes el 80º aniversario del club de baloncesto, la decisión de Messina estalló como una bomba. Todos los estamentos intentaron reconducir la situación, pero el técnico comunicó a Jorge Valdano (en ausencia de Florentino Pérez, de viaje) su dimisión. No pudieron convencerle de que siguiera. Ni con lo inoportuno del momento, en plena competición, ni con los argumentos económicos. "Mi compromiso es con los jugadores y ellos no están conmigo", dijo Messina. Hoy, en una conferencia de prensa a las 11.00 en el Bernabeu, explicará públicamente sus motivos. Ayer nadie quiso hablar.
El entrenamiento vespertino se convirtió en un desfile de rostros tensos. "Hablamos mañana", se limitó a decir Messina a su salida del polideportivo Valle de las Cañas tras hacer oficial su marcha a la plantilla. La sesión la dirigió su ayudante, Emanuele Molin, que se sentará hoy en el banquillo ante el DKV Joventut de Pepu Hernández, uno de los nombres que se barajan como sustituto. "Hemos apostado por un plantel muy joven y necesitamos tiempo para desarrollarlo venga Phil Jackson, Pepu o mi mujer. Si me echan, encontraré otro equipo y el Madrid seguirá con sus problemas", dijo Messina el pasado verano, cuando comenzaba el segundo de sus tres años firmados.
El técnico italiano fue la piedra filosofal sobre la que el Madrid de Florentino Pérez cimentó su mayor apuesta por la sección de baloncesto en los últimos años. El 19 de junio de 2009 el presidente blanco presentaba con honores de fichaje estrella a Ettore Messina el palco del estadio Santiago Bernabéu. "Llega un trabajador incansable, un gran motivador con un currículum indiscutible. Empieza una nueva etapa apasionante", relató el mandatario blanco en el discurso de bienvenida al técnico italiano. Pero el Madrid firmó su tercer año en blanco y el laureado palmarés de Messina, -con 26 títulos en cuatro lustros, incluidas cuatro Euroligas-, se quedaba sin trofeos por primera vez en la última década. La supremacía del Barcelona se reveló como incuestionable. El Madrid sucumbió ante el equipo azulgrana en la final de la Copa del Rey (61-80) y en el playoff de cuartos de la Euroliga (3-1) quedándose sin el ansiado billete para la final a cuatro de París y completando un desolador parcial de 7-1 en contra en los enfrentamientos directos contra el Barça. En la Liga ACB cayeron en las semifinales ante el Caja Laboral (3-2).
Este año, el Barcelona siguió siendo inalcanzable para los de Messina que cayeron derrotados ante los azulgrana en las semifinales de la Supercopa (89-55), en la ACB (95-75), y en la final de la Copa del Rey (68-60). El técnico italiano ha dirigido al equipo durante 109 partidos, con 76 victorias y 33 derrotas. Messina se marcha sin títulos, tras 16 fichajes en dos cursos, y dejando al Madrid como segundo en la Liga ACB y clasificado para los cuartos de final de la Euroliga , con el factor cancha a favor frente al Power Electronics Valencia, tras haber sido primero de su grupo, la mejor actuación europea de los madridistas en la última década. Pero no fue suficiente para encontrar la estabilidad. Messina dio el portazo.
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