El alocado triunfo de Alí
El dueño indio festeja en el palco la victoria del Racing ante el Sevilla (3-2)
No acaba de remontar el vuelo el Sevilla. En Santander, en el estreno de Marcelino en el banquillo, el cuadro andaluz perdió un partido que nunca debió perder, que empataba con todo merecimiento y en el que fue superior en casi todo a su rival. El tercer gol de Arana, en el descuento, y tras grave error de Palop, como en el primero, sepultó las aspiraciones de un equipo que realizó una gran segunda parte, pero al que le faltó eficacia en el remate. Tanta, como educación en el palco al nuevo dueño del Racing, pues se comportó como un aficionado en las narices de José María del Nido.
La victoria del conjunto cántabro fue el colofón a un partido alocado, de mucho nervio, en el que el Sevilla mereció más para acabar pereciendo por sus graves errores en defensa, en especial de su gran portero, Palop. Es lo que al final queda en una noche triste, de la que se deduce que la Liga de Campeones es un objetivo casi imposible para el cuadro de Gregorio Manzano.
Racing 3-2 Sevilla
Racing de Santander: Toño; Pinillos, Torrejón, Henrique, Christian; Kennedy, Colsa, Lacen, Adrián (Arana, min 61); Munitis (Cisma, min 46) y Ariel (Giovani, min 70).
Sevilla: Palop; Dabo (Capel, min 51), Alexis (Luis Fabiano, min 43), Escudé, Fernando Navarro; Fazio; Jesús Navas, Rakitic, Medel, Perotti (Acosta, min 77); y Negredo.
Goles: 1-0, min 12. Christian. 2-0, min 19. Rakitic, en propia puerta. 2-1, min 40. Fazio. 2-2, min 83. Luis Fabiano, de penalti. 3-2, min 91. Arana
Árbitro: Iturralde González (comité vasco). Mostró cartulinas amarilla a Negredo y Acosta por el Sevilla y a Munitis, Kennedy, Pinillos y Ariel por el Racing y expulsó con roja directa al racinguista Christian (minuto 39).
Incidencias: partido de la vigésimo tercera jornada de la liga de Primera División, disputado en los Campos de Sport de El Sardinero ante 14.054 personas.
Entre la fogosidad de un Racing que estrenaba técnico y un Sevilla con ganas de reinventarse por enésima vez a lo largo de la temporada, el partido que emergió en Santander tuvo mucho de eléctrico, poca pausa y demasiadas concesiones de parte del equipo andaluz. El Sevilla, en el que brillaban con luz propia Medel y Rakitic, por primera vez juntos en el once inicial, pareció entregar pronto la cuchara con un incomprensible error de Palop, que se dejó ganar el balón para que Christian marcara dentro del área pequeña. Pareció falta, pero no lo fue.
El gol, legal, espoleó al Racing, que sin embargo se vio sorprendido en una fulgurante carrera de Jesús Navas. Christian, gran protagonista del encuentro, derribó al campeón del mundo. Negredo falló el penalti y todavía aturdido por la parada de Toño, el Sevilla vio cómo Rakitic se estrenaba como goleador en España. El problema para su equipo es que lo hizo anotando en propia puerta.
Con el 2-0, en una primera parte alocada, vertiginosa, Christian, otra vez él, se pasó de revoluciones ante Dabo. Iturralde le mostró la roja y en la falta recortó distancias Fazio, tan bien en el remate como insulso y fallón a la hora de repartir juego. El carrusel de acontecimientos no se detuvo, pues ya con Luis Fabiano en el campo por Alexis, en un cambio valiente de Manzano, Fazio desaprovechó una enorme ocasión para empatar. El 2-1 premiaba el esfuerzo del Racing y permitía al Sevilla, en superioridad numérica, meterse en el partido con todo un segundo tiempo por delante. Hasta el momento, Medel ofreció detalles de buen centrocampista y Rakitic, un magnífico desplazamiento del balón.
El dominio del Sevilla se hizo insultante. Escudé y Negredo, en los primeros cinco minutos, tuvieron opciones de conseguir el empate. Manzano, decidido en busca del triunfo, dio entrada a Capel por Dabo y el tanto del Sevilla se antojaba inevitable. Fueron los momentos en los que sobresalió el fútbol de Rakitic, que llevó el mando del equipo y fue capaz de ofrecer detalles de auténtica delicia, como un golpeo con el tacón que dejó solo a su compañero Fazio en el área pequeña. Marcelino, angustiado en la banda, se mostraba incapaz de detener el monólogo del Sevilla, que llegaba una y otra vez al área de un Racing asfixiado, sin fuelle, sin capacidad de tener el balón y con la defensa de su resultado como único argumento.
Toño detuvo ante Luis Fabiano y Negredo se encontró con el poste para alimentar la frustración de un Sevilla superior en todo menos en la suerte definitiva de la definición. El paso de los minutos alimentó la épica del Racing, con Torrejón y Henrique sacando un balón tras otro ante las continuas acometidas del rival. Tuvo que darse otro penalti, también muy claro, de Kennedy sobre Capel, para que llegara la ansiada igualada. Luis Fabiano, esta vez, no falló. Sí lo hizo Palop, en el descuento, para que se plasmara una cruel derrota.
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