Unicaja se complica su pase a cuartos
El Panathinaikos arrolla al equipo español
El Unicaja no fue rival para el Panathinaikos y cayó claramente derrotado en Atenas (82-56), en un partido en el que fue muy inferior a su rival y no mostró su mejoría, tras la llegada al banquillo de Chus Mateo, quizás porque todavía hay mucha diferencia entre ambos equipos. Después de la derrota de la primera jornada ante el Caja Laboral, el equipo cajista necesitaba ganar en una de las canchas más difíciles de Europa y frente a uno de los candidatos a conquistar el título europeo. Los malagueños buscaban emular el gran éxito de hace cinco años cuando vencieron al excelente Panathinaikos por 93-95.
No iba a ser fácil, porque la diferencia entre ambos equipos es considerable y más jugando en el OAKA. El Unicaja tuvo pocas opciones en los dos primeros cuartos, a excepción de seis minutos 12-11, los restantes fueron de los locales, más centrados, sin cometer muchos errores y más acertados tanto en el juego exterior como en el interior. El Unicaja tuvo un porcentaje de tiro muy bajo, tanto de dos como de tres, y tampoco acudió al tiro libre. El Panathinaikos iba consumiendo los minutos y aumentando la ventaja por el trabajo del pívot Batiste y de los aleros Fotsis y Tsartsaris, muy acertados 41-19, minuto 17.
PANATHINAIKOS 82 -UNICAJA 56
Panathinaikos (26+19+23+20+14): Nicholas (9), Perperoglou (10), Diamantidis (4), Fotsis (8), Batiste (12) -cinco inicial- Sato (9), Tepic (4), Tsartsaris (14), Vougioukas (6), Calathes (6), Bogris (0) y Zoumpos (0).
Unicaja Málaga (13+12+14+27+17): Blakney (10), Rodríguez (5), Jiménez (7), Printezis (7), Freeland (11) -cinco inicial- Blanco (2), Rubio (4), Freire (0), Sinanovic (5), Almazán (5) y García (0).
Árbitros: Facchini (ITA), Dozai (CRO) y Vyklicky (CSE). Eliminaron por cinco faltas personales a Vougioukas, minuto 35, Archibald, minuto 35 y Freeland, 40.
Incidencias: Partido correspondiente a la segunda jornada del Top-16 de la Euroliga, disputado en el pabellón Olímpico OAKA de Atenas (Grecia) ante seis mil espectadores.
Además, el conjunto cajista jugó buena parte del segundo cuarto sin su jugador referencia, el pívot inglés Joel Freeland, que algo descentrado cometió la cuarta falta personal en el minuto 12. Sin Freeland todo se hacía más difícil y el resultado al descanso 45-25 hacía presagiar un desastre. No mejoraron las cosas con el reposo, porque el Unicaja era un equipo derrotado y sin aliento, que aprovechó el Panathinaikos, con un juego fluido y sin muchos alardes obtener una diferencia insalvable 68-39, minuto 30. El último cuarto no tuvo historia y solamente que los griegos llegaron hasta los treinta de diferencia 82-52.
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