El fútbol no es solo cosa de arietes
El Barcelona bate el récord de puntos, 52, en la primera vuelta con la fabulosa producción de sus pequeños delanteros- El Madrid, a la caza de un 'nueve' clásico, patina en Almería con Benzema suplente y está a cuatro puntos
Con Van Nistelrooy en Alemania y Benzema en el banquillo, el Madrid se dejó dos puntos en el campo del colista y abrió un boquete de cuatro con el Barça, que pulverizó al Málaga de Pellegrini. Todo un trecho en esta Liga bipartidista, por mucho que Jorge Valdano deslizara que el Barça también tropezó en la cancha almeriense. Es lógico que desde las oficinas de Chamartín se rebaje el traspié, aunque sea apelando al pasado más conveniente. El borrón azulgrana referido por Valdano fue la temporada pasada (2-2), porque en la presente los azulgrana nada debatieron en el estadio de los Juegos Mediterráneos (0-8).
El Madrid solo ha perdido nueve puntos en la primera vuelta: cuatro con los dos últimos -Almería y Levante-, dos con su rival del próximo domingo, el Mallorca, y tres con su gran adversario. Con 48, el equipo de Mourinho ha logrado cuatro más que en el meridiano de la pasada temporada, pero el Barça no tiene freno y suma tres más que en su fantástico curso anterior, todo un récord. Los soberbios números del Barcelona y el Madrid son marcianos, de otro reino. Por eso cualquier patinazo se interpreta con tremendismo en ambos bandos.
En el Bernabéu, el inesperado empate frente al Almería alimentará a los partidarios de alquilar un ariete por cinco meses, motivo de distracción en Madrid en la última semana. Benzema no es un ariete clásico, pero es lo más parecido y se quedó ayer en el banquillo hasta que Mourinho, principal agitador del debate sobre la delantera, le dio pista. Benzema respondió con la asistencia a Granero en el tanto de la igualada madridista. La decisión de Mourinho cabe interpretarla como otro mensaje hacia los despachos en favor de su ansiado fichaje. El experimento resultó fatal. Mou, con razones para sospechar del francés, ha logrado que se sienta examinado en cada gesto, en cada pelota que toca, en cada carrera... Demasiada presión para un chico de poco espíritu. Con o sin nuevo ariete, el Madrid, Mourinho, le necesitará para las causas abiertas por delante. Sin un punta de referencia, el Madrid perdió combustión en Almería, donde solo Cristiano ejerció de francotirador hasta que las premuras y la aparición de Benzema desbocaron al equipo, que pudo ganar en el último suspiro con un trallazo de su estrella portuguesa al travesaño.
En Barcelona, tras la marcha forzada de Eto'o y la mala traca de Ibrahimovic, tampoco hay un nueve puro, el tipo de delantero que demanda Mourinho. Al relevo de tres chiquitos como Messi, Pedro y Villa solo está Bojan, que tampoco es Tarzán precisamente. Pero el guión de Guardiola le ha permitido anotar 61 goles en 19 partidos de Liga, 14 más que su perseguidor. Frente al Málaga, conocedor del fiasco madridista, el Barça no se demoró. Fue un ciclón desde el inicio. Sin tregua alguna, al cuarto de hora ya tenía el partido de cara. A este Barça no le lastra que su mejor goleador (Messi), su ariete postizo, no marque. Para algo es el mejor asistente del campeonato. No lo hizo en el 5-0 al Madrid ni en el 4-1 al Málaga. En este Barça hay muchos atajos hacia el gol. El Madrid, con el mayor productor de goles de la Liga (Cristiano) los busca sin Higuaín. Mourinho ha tocado las teclas en el campo y en los despachos, con lo que ello puede suponer de desgaste para el vestuario y la institución. En Almería le falló el experimento, aunque quizá piense que se ha cargado de razones ante sus jerarcas. No se desprende así de las palabras de Valdano tras el choque: "Había un nueve y estaba en el banquillo". La piedra, en el tejado presidencial. A falta de toda una vuelta, nada está cerrado para el Madrid, rastree o no el mercado. Pero en nada le beneficiará mantener ciertos debates abiertos en público. El fútbol no es solo cosa de arietes.
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