Alonso y Rossi, unidos por el rojo

El mundo motero ha esperado impaciente a que llegara este martes, fecha fijada para que Valentino Rossi, considerado por muchos el mejor motociclista de la historia, realizara sus primeras declaraciones como piloto de Ducati, y valorara cuál es su estado físico y el de la moto que probó en Valencia tras la última carrera de la temporada. Entonces, el vínculo con Yamaha -su contrato no expiró hasta final de año- le impidió abrir la boca, por más que los ingenieros de la marca italiana se fueron a pasar las navidades con un saco de deberes.

El italiano tiene un objetivo clarísimo, el mismo que ya se fijó a finales de 2003, cuando se marchó de Honda y fichó por Yamaha. "Tenemos que conseguir que la Ducati sea competitiva y rápida, que ya lo es, y que, a la vez, sea más fácil de manejar que ahora", ha señalado Rossi en el auditorio del Palacio de Congresos de Madona di Campiglio, el pequeño pueblo de los Alpes Dolomitas en el que, desde hace 21 años, se presentan los equipos Ferrari, de fórmula 1, y Ducati, de MotoGP, bajo el paraguas de Phillip Morris, patrocinador de ambas estructuras.

"La Ducati es una moto completamente distinta a la Honda o la Yamaha. Estas son, entre comillas, motos de calle convertidas en MotoGP. La Ducati es un prototipo puro. A lo largo de esta pretemporada, tendremos que cambiar varios aspectos, y también deberé adaptar a ella mi estilo de pilotaje", ha puntualizado.

Más allá del desafío que se le presenta, il doctore parece más preocupado por su hombro derecho, que se lesionó el curso pasado mientras se entrenaba con una moto de cross, que por los aspectos técnicos de la GP11. Rossi esperó a operarse a que el Mundial terminara. Al salir del quirófano, los doctores le advirtieron que la lesión era peor de lo que inicialmente habían calibrado. "Para una lesión de este tipo, el tiempo total de recuperación ronda los cinco meses. Nosotros acortaremos un poco los plazos. Espero estar bien para la primera carrera (20 de marzo, en Qatar), y al 100% a mediados de abril o a principios de mayo", ha vaticinado.

Los dos días de ensayos que llevó a cabo en Valencia no sirvieron para nada porque el dolor en el hombro y la falta de fuerza le impidieron forzar la máquina. Los próximos test están programados para principios de febrero en Sepang (Malasia), pero su pronóstico tampoco es demasiado halagüeño. "Necesito tiempo. Primero, para recuperarme físicamente, porque ahora casi no puedo protegerme debajo de la cúpula en las rectas. Y luego, para trabajar con la moto", ha añadido el siete veces campeón del mundo de MotoGP.

En cuanto a los favoritos al título, el italiano apunta sin reservas a Jorge Lorenzo y a Casey Stoner. "Entiendo la decisión que ha tomado Yamaha, que se decantó por Lorenzo en vez de por mí. Es rápido y joven. Él y Stoner serán los más peligrosos. La Honda da miedo, sobre todo en cuanto al motor, pero si quiere superar a Jorge, Casey deberá ser más regular", ha matizado Rossi, que ha comparado su situación actual a la que vivió hace siete años, pero con algún matiz: "Entonces, la Yamaha era una moto mucho peor que esta Ducati".