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LIGA | MÁLAGA 0 - ATLÉTICO 3

El Atlético se enchufa a balón parado

Los de Quique tumban al Málaga con tres goles de estrategia que coronan a Simão y Tiago

El Atlético dejó en el vestuario de La Rosaleda el espíritu indescifrable que le persigue desde que se empeñó en convertir los partidos de fútbol en partidas de póquer, ganando con mucho merecimiento a un Málaga sin colmillos y más inocente que el día de la Madre. Recién eliminado de la Liga Europa, la competición que le devolvió la alegría que solo dan los títulos y que le permitió actualizar unas vitrinas donde las telas de araña campaban a sus anchas, el equipo de Quique Flores dio un paso adelante y cuestionó la fiabilidad del grupo de Manuel Pellegrini. El entrenador rojiblanco aprovechó la congoja del jueves en Leverkusen como acicate para exprimir el gen depredador de sus futbolistas, que se bajaron del AVE cuestionados y con ganas de revancha.

MÁLAGA 0 - ATLÉTICO 3

Málaga: Rubén; Gámez, Hélder, Stadsgaards, Manu Torres (Portillo, m. 46); Duda, Iván González (Fernando, m. 46), Juanito, Eliseu; Fernández (Quincy, m. 62) y Rondón.

Atlético: De Gea; Ujfalusi, Perea, Domínguez, Filipe Luis; Raúl García (Valera, m. 86), Tiago, Assunçao, Simao; Reyes (Fran Mérida, m. 80) y Aguero (Diego Costa, m. 71).

Goles: 0-1, M. 22: Tiago. 0-2, M. 65: Domínguez. 0-3, M. 68: Tiago.

Arbitro: Teixeira Vitienes (Colegio Cántabro). Mostró tarjetas amarillas a los malaguistas Manu Torres (m. 38) y Gámez (m. 68), y a los jugadores del Atlético de Madrid Filipe Luis (m. 50) y Raúl

García (m. 84).

Incidencias: Partido correspondiente a la decimosexta jornada de

29.000 espectadores en el estadio de La Rosaleda.

El Málaga, que necesita mucho más que los petrodólares de su emir para regatear el descenso a Segunda, pagó los platos rotos de la trágica fase de grupos de la escuadra del Manzanares en Europa. El búnker que se había montado Pellegrini, que contaba tres victorias caseras en otras tantas intervenciones, se desmoronó como un castillo de naipes, incapacitado por una defensa de cartón piedra ante un Atlético serio y responsable que alcanzó su tercera victoria lejos del Manzanares. El triunfo llegó con tres goles de bella factura a balón parado, una suerte inescrutable para Kris, una calamidad venida del Norte, y que últimamente parecían desconocer los chicos del Calderón pese a disponer de un abanico de peloteros de primera fila.

Con un centro del campo más fraguado que de costumbre, el cuadro rojiblanco cortó las alas del Málaga con un trivote que Quique se sacó de la manga. Harto de que el Atlético termine jugando al fútbol americano, con defensas y atacantes cada uno por su lado, el técnico probó a juntar a Tiago y Raúl García alrededor de Assunção. El experimento, con el que en teoría se ganaba toque y control y se perdía la pegada de Forlán, con el Kun solo en punta, salió de rechupete. El mediocampo del Málaga se colapsó ante la acumulación de contrarios en el círculo central. Iván González y Juanito quedaron anulados y no pudieron ni supieron mezclar con Eliseu y Duda, secos en las bandas, mientras Rondón se fatigaba detrás de la pelota solo contra el mundo.

Desactivado el ataque blanquiazul, la última línea malacitana quedó vendida a los constantes cambios de posición de Reyes y Simão con Agüero, que no anotó pero se marcó un partidazo trabajando más que nunca por el plantel y ganando cada vez que se lo propuso la espalda de los centrales. Picoteando por aquí y por allá, el delantero argentino les fue minando la moral y les desquició tanto que los zagueros del Málaga terminaron en el banquillo o en el diván, sobre todo cuando les tocó defenderse a balón parado.

Beneficiado por la jarana de la última línea rival, el gol del Atlético no tardó en llegar. A los 22 minutos una jugada de estrategia premió a Simão y Tiago como los más aplicados de la clase. El extremo, un ejemplo de profesionalidad aunque le queden dos telediarios, lanzó un libre indirecto cerca del área, uno de los muchos que el Atlético provocó para desespero de Pellegrini, y el centrocampista se elevó más que nadie para rematara el balón a la red. La conexión portuguesa, determinante en los 90 minutos, y los resultados de la jornada resucitaron al cuadro rojiblanco, que en 15 días ha recortado de ocho a dos puntos la distancia que le separa de los puestos de Champions.

A la remontada contribuyó la parodia defensiva que alineó Pellegrini, que en el descanso intentó frenar los regalos al borde del área mandando a galeras a Iván González y Manu Torres. Ni así hubo forma. Los movimientos en el banquillo andaluz no frenaron la sangría de la peor línea del campeonato (35), solo superada por el Arles (36) en la Ligue francesa y el Borussia Moenchengladbach (47) en las Bundesliga.

El Atlético explotó la veta sin compasión mientras Kris y Rosario no se enteraban de la película. Mediado el segundo tiempo, otra vez Simão -que ejerció de capitán en el que posiblemente fue su último encuentro de Liga con el Atlético- lanzó el cuero, Tiago lo tocó de cabeza para Domínguez y el central, libre de marca en el área chica, cabeceó a bocajarro. La fiesta continuó y tres minutos después se repitió la jugada del primer gol, con los mismos protagonistas, el mismo centro y el mismo remate. El Atlético se dio por satisfecho y Quique, pensando en la ida de Copa con el Espanyol, dio bola a los suplentes.

Los jugadores del Atlético celebran un gol ante el Málaga.
Los jugadores del Atlético celebran un gol ante el Málaga.EFE
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