Un destierro terapéutico
El Madrid, con otra exhibición defensiva, vence 83-53 al Lagun Aro en el Madrid Arena
El Madrid del destierro siguió recuperando hombres para su proyecto ante el Lagun Aro (83-53 en la sexta jornada de Liga). Trasladado al Madrid Arena por los conciertos que ocupan estos días la Caja Mágica, pista por la que paga un alquiler anual de casi un millón de euros, el equipo de Ettore Messina arrancó perdido (12 puntos de desventaja: 7-19) y se recuperó a través de tres hombres que le habían puesto cara a las primeras dudas. Sergio Rodríguez tomó decisiones y quiso dirigir, marcar el partido, como le corresponde a un base, incluso cuando sus negativas estadísticas decían que no era el día para eso (tuvo premio: le dio la vuelta al calcetín y acabó con 14 puntos, 3 asistencias y 4 pérdidas). Nole Velickovic comandó la reacción percutiendo en el poste bajo (jugó de espaldas, con el manual del cuatro, y no de cara al aro, como un tres, que es lo que quiere su técnico). Y, finalmente, Clay Tucker, hiperactivo, remató en ataque la obra colectiva del segundo cuarto: una defensa asfixiante que acabó con el encuentro. El Madrid ganó con la gente del banquillo, no con los titulares.
REAL MADRID 85 -Lagun Aro 53
Real Madrid (16+23+20+24): Suárez (2), Reyes, Rodríguez (14), Tomic (12) y Llull (14) -equipo inicial-, Fisher (1), Velickovic (10), Fischer (3), Garbajosa (7), Vidal (3), Mirotic (6) y Tucker (11).
Lagun Aro GBC (23+5+17+8): Panko (5), Miralles (7), Doblas (6), Salgado (6) y Baron (18) -equipo inicial-, Tskitishvili, Uriz (3), Lasa, Kone (5), Sánchez y Lorbek (3).
Árbitros: Martín Bertrán, Vicente Bultó y Martínez Fernández. Sin eliminados.
Incidencias: Partido correspondiente a la 6ª jornada de la Liga ACB, disputado en el Madrid Arena ante unos 6.000 espectadores
Messina, sonriente por primera vez en meses, está intentando construir al Madrid desde la defensa. Esa fue la seña de identidad de todos sus equipos. Esa es la marca que distingue a los mejores en Europa. Y ese es el sello del Barcelona imperial que con su alto ritmo a todos abruma. El Madrid solo le permitió al Roma, el jueves en la Euroliga, 6 puntos en el segundo cuarto, para un mísero total de 56. Hoy, al Lagun Aro, 5, para un global de 53, cuando su media era de más de 76. ¿Defiende bien el Madrid, que encajó cinco triples en los primeros ocho minutos, martirizado por Jimmy Baron, o se atascan y funden sus rivales por culpa de un banquillo más corto? "¿Cuántos balones vas a perder?", se desgañitaba ante sus jugadores Pablo Laso, ex base y ahora entrenador del Lagun Aro. "¡Todo es por errores nuestros! ¡Todo!".
Volteada la diferencia inicial a favor de los visitantes, hubo minutos para ver a ese tirador sutil que es Baron, del Lagun Aro (18 puntos), y a Nikola Mirotic, el mejor proyecto de la cantera blanca en años, según los técnicos. Hubo, también, una victoria con varios pesos pesados del Madrid sin protagonismo (Felipe Reyes, -2 de valoración y solo 11m33s de juego; o Carlos Suárez, que solo lanzó dos tiros libres). Y hubo, frente a la efervescente propuesta del Lagun Aro, un patrón de juego cada vez más claro, falto aún de la prueba de los mejores: en ataque y con Tomic en la pista, el balón interior es el primer mandamiento. Desde ahí se construye el juego. En defensa, juegue quien juegue, la premisa es aún más clara: el que no apriete, al banquillo.
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