Un ataque incontenible

Mourinho ha cambiado la frase esa de "equipo que gana no se cambia" por la de "equipo feliz no se cambia". Lo dijo el viernes en Valdebebas en la víspera del partido contra el Racing. "La alegría hace milagros. Los jugadores que trabajan bien, que viven bien, que están psicológicamente bien, pueden jugar todos los días", explicó. Pues eso, que juegan los mismos de siempre. Los mismos que ante el Málaga y ante el Milan, por ejemplo. Mourinho ha encontrado su once y difícilmente hará rotaciones. En el Inter no rotaba ni siquiera en los partidos de Copa. El grupo, de momento, está respondiendo. Prueba de ello es, además de la solidez defensiva -es el Madrid menos goleado de los últimos 10 años con solo cuatro goles en contra-, la hiperproductividad arriba.

Lleva el Madrid 22 goles en ocho partidos de Liga. Ya ha superado al registro de Manuel Pellegrini, con el que el equipo sumaba 21 a estas alturas de la temporada pasada. El chileno había encajado dos tantos más (6). Los blancos no llegaban invictos a la jornada ocho desde hace 12 temporadas. Cristiano e Higuaín se han desbloqueado (llevan 14 goles entre los dos, más de la mitad de los que lleva el equipo). El portugués ha marcado en nueve ocasiones y ha dado 5 asistencias. En las grandes Ligas europeas solo Eto'o presume de esos números (lleva 12 tantos entre Liga y Champions y una sola asistencia).

Mientras Karim Benzema se tiene que conformar con las migas -tanto que esta semana hasta decidió ir a entrenarse en su día libre para ganarse un puesto en el once- la pareja Cristiano-Higuaín, además de levantar la cabeza y buscarse, ha arrastrado al resto de sus compañeros. Entre ellos, ya no solo a Özil sino también a Ángel Di María. El argentino flaco con el rostro pálido y muchas veces asustado fue el fichaje más caro del Madrid este verano. Florentino Pérez se gastó en el internacional albiceleste 25 millones de euros. Algunos directivos levantaron las cejas. No habían oído hablar nunca del extremo del Benfica.

En el Mundial, muy por debajo de las expectativas, tampoco ayudó a convencer a los más escépticos. Pero el de Di María fue el primer nombre que puso Mourinho encima de la mesa del presidente del Madrid. "Necesito a un jugador versátil, que se adapte a cualquier cambio táctico, que sepa ajustarse a distintos esquemas de juego dentro del mismo partido", explicó el técnico portugués a la dirección deportiva. Di María es zurdo.

De los nueve partidos que ha disputado esta temporada entre Liga y Champions ha jugado ocho por la derecha. O al menos los empezó por la derecha, para luego ir intercambiándose de banda con Cristiano. En Málaga, Mourinho le colocó de interior izquierdo por detrás del portugués. Y anoche volvió a los orígenes, acabando de lateral izquierdo. Mourinho le aplaudió cuando se retiró con unas molestias.

Di María parece haberse adaptado rápido. A la misma velocidad con la que siempre se marcha de la zona mixta, ha ido absorbiendo las órdenes de Mourinho. El técnico portugués declaró hace un par de semanas en una entrevista al diario portugués Record que Di María todavía no le convencía del todo. "Es rápido, bueno en el uno contra uno y en saltar al adversario, pero combina poco por dentro y el juego del equipo lo sufre". El argentino ya combina. Ha dado dos asistencias. La última, ayer: un precioso pase al pie de 40 para Higuaín, que solo tuvo que ajustárselo a la bota antes de marcar.

Luego, en la segunda parte, provocó el penalti que transformó Cristiano. Fue el gol número 44 en 46 partidos del portugués con la camiseta del Madrid, con una media de 0,95 goles por partido. El portugués supera, en porcentajes, a Di Stéfano (307 goles en 403 partidos oficiales, con una media de 0,76), Hugo Sánchez (0,73) y Raúl (0,44).

Real Madrid 6 - Racing 1