Entre la prudencia y la gloria

Tres semanas. Tres grandes premios. Tres títulos. Todo por decidir. Todo bien a mano. Y un buen puñado de pilotos españoles compitiendo por el protagonismo mundial. Arranca la gira asiática del mundial de motociclismo este fin de semana en Japón -continuará en Malaisia y finalizará en Australia; tras estos grandes premios: solo Portugal y Valencia-, y lo hace con los tres títulos en liza. Y lo hace, también, con unos cuantos nombres propios como auténticos protagonistas: Jorge Lorenzo y Dani Pedrosa, los únicos aspirantes al campeonato de la categoría reina: el mallorquín, con 56 puntos de ventaja sobre el catalán, podría, aunque con dificultad, coronarse ya en el circuito de Sepang; Toni Elías, con 76 puntos de ventaja sobre Julián Simón, tiene opciones matemáticas de ser campeón este mismo domingo; y Nico Terol, Pol Espargaró y Marc Márquez, separados por escasos 11 puntos, son las caras del campeonato de 125cc más apretado jamás visto.

Lorenzo, líder, llega a Motegi con ganas de repetir victoria -venció en 2009-, aunque consciente de sus limitaciones técnicas e incluso sugestionado por éstas: "Aunque no estamos en el mejor momento técnico, estamos en una gran posición. Tenemos una pequeña desventaja, porque nos falta potencia, pero podremos luchar por el podio e incluso por la victoria", aseveró. El de Yamaha estrenará el sexto y último motor que le queda por usar. Y confía en ganar un poco de potencia, para mejorar la velocidad punta en las rectas y la aceleración a la salida de las curvas, un handicap que le trae de cabeza, sobretodo desde que la Honda de Pedrosa dejó atrás sus terribles problemas de estabilidad y se presenta como la única moto capaz de plantarle cara. Pero aunque quiere volver a ganar -lleva tres carreras sin hacerlo- piensa, obviamente, en el campeonato: "Debo seguir siendo rápido, pero también tengo que ser prudente y no asumir demasiados riesgos".

¿Crees que Jorge está inquieto o nervioso?, le preguntaron a su único rival, Pedrosa. "No lo sé, no se lo he preguntado, pero supongo que estará muy bien, va primero" respondió éste, sabedor de que solo un final de temporada desastroso del mallorquín le daría la corona. Sus inicios este 2010 fueron tremendamente problemáticos. Tanto que, confesó, se sintió algo desamparado, desatendido: "Yo nunca he alardeado de nada, ni me he creído nada. Pero es cierto que ha habido momentos en que me he encontrado solo. El trabajo del equipo y la suma de pequeñas mejoras ha hecho posible esto. Cuando llegó la moto en invierno estábamos tan por debajo que era muy difícil cambiar una pieza y hacer magia. Las cosas no son así. También yo estaba más nervioso, precisamente por esos problemas. Ahora todo está mucho mejor. Y yo disfruto con la moto. El rendimiento de un deportista no solo depende de si lleva unas buenas zapatillas. A principio de año ni siquiera podíamos ir en línea recta", esgrimió.

Toni Elías, por su parte, anda también a medio camino entre la prudencia y la gloria. Una carambola, difícil pero posible (Simón fuera de los puntos, Iannone 12º, y Luthi tercero como mucho), le daría el campeonato este mismo domingo. Sabe que matemáticamente puede ser campeón: "Pero será muy difícil. No lo quiero ni pensar. Debemos trabajar en hacer una buena clasificación, porque ya vimos en Aragón que si no sales delante es muy difícil ganar la carrera. Quedan 125 puntos en juego. Y nunca se sabe lo que puede pasar", señala algo excitado. Está preparado: "Soy más maduro. Y mi pilotaje también es mejor. Ahora estoy en un gran momento. Sé cuando toca y cuando no. Cometí errores en el pasado y eso también me ayuda ahora", apunta.

En 125cc la pelea es a tres bandas. Tras doce carreras, los tres primeros clasificados, Terol, Espargaró y Márquez, están separados por solo 11 puntos: el margen más reducido desde el actual modo de clasificación. Los tres han liderado en algún momento la tabla de clasificación. Pura emoción. Y puro espectáculo sobre el asfalto. Además, las previsiones meteorológicas no despejan las probabilidades de lluvia para el domingo, el día de la carrera. Si llueve, todo puede ocurrir. Una carrera en mojado es siempre imprevisible. Como lo es Japón, que recibió a la familia del motociclismo con un terremoto de 5,6 grados en la escala de Richter la tarde del miércoles, con dos réplicas entre la noche del miércoles y la madrugada del jueves.