Osasuna sale a flote
La Real, que se adelantó por medio de Tamudo, sucumbe ante un equipo orgulloso
Cosas del azar estadístico. En el partido en el que Osasuna instala un nuevo record en el apartado anotador (318 minutos sin marcar un gol), logró con un triplete su primera victoria de la temporada. A pesar del espejismo numérico, Osasuna saca la cabeza y consigue respirar tras realizar un arranque de temporada errático.
No es que Osasuna cambiara su manera de jugar. La idea principal sigue siendo la de explotar, una temporada más, el juego aéreo de Pandiani. A pesar del resultado final, la eficacia de tal apuesta no tiene por qué resultar ganadora vista la evolución del fútbol. La Real por ejemplo ha tomado la decisión de revolver al rival con un abanico más poblado. El conjunto de Lasarte agradece la combinación y trata de aplacar el nerviosismo con asociaciones cortas. No parece un equipo recién ascendido. Lo demostró ante el Real Madrid y lo hizo durante los primeros 40 minutos de partido. Cuando la goma de la careta cedió apareció Pandiani para patear lejos del Reyno esa melodía fúnebre que parecía acoplada sin remedio. De cabeza tras centro medido de Monreal llegó el empate rojillo. Antes, Tamudo había adelantado al cuadro txuriurdin tras aprovechar un rechace de la zaga pamplonica y batir por bajo a Ricardo.
Osasuna 3 - Real Sociedad 1
Osasuna: Ricardo; Nelson, Lolo, Miguel Flaño, Monreal; Juanfran, Puñal, Soriano (Rúper, m.89), Camuñas; Pandiani (Vadocz, m.82) y Lekic (Aranda, m.63).
Real Sociedad: Bravo; Carlos Martínez, Ansotegi, Mikel González, De la Bella; Elustondo (Llorente, m.61), Markel; Xabi Prieto, Zurutuza, Sutil (Griezmann, m.61); y Tamudo.
Goles: 0-1, m.16: Tamudo. 1-1, m.38: Pandiani. 2-1, m.42: Camuñas. 3-1, m.75: Aranda.
Árbitro: Velasco Carballo (Comité Madrileño). Anonestó a Juanfran (m.59), Soriano (m.69) y Pandiani (m.81), de Osasuna, y a Markel (m.20), de la Real Sociedad.
Incidencias: Partido de la cuarta jornada de Liga disputado en el estadio Reyno de Navarra ante 18.715 espectadores.
El problema del conjunto rojillo radica en la creación del juego. Con la llegada de Soriano y Lekic, José Antonio Camacho ha cuajado un equipo con fortaleza que no agacha la cabeza, en todos los sentidos. A pesar de tener a dos buenos extremos la prioridad sigue siendo llevar el balón a las alturas en el menor tiempo posible. Aun así, de la excepción al plan preconcebido llegó el gol salvador de Osasuna. Tras una internada de Juanfran por banda derecha, en la que dejó atrás hasta a tres defensores, remachó el centro en área pequeña Camuñas para poner por delante por primera vez en la temporada a su equipo.
La Real trató de reaccionar incorporando a su nueva joya Griezmann y a Joseba Llorente, fichaje estrella, para contrarrestar la cadencia local del encuentro. Con Xabi Prieto aislado por el marcaje de Monreal, baluarte junto a Juanfran de un equipo sin productos nuevos, los visitantes trataron de aprovechar los regalos constantes de Nelson, incapaz de reclamar la parcela del lateral derecho, puesto desgobernado desde la marcha de Azpilicueta. No consiguió engancharse la Real al partido y fruto de la impotencia y la dedicación pamplonica llegó la sentencia osasunista.
Aranda, que entró al campo sustituyendo al batallador Lekic, embocó un centro de Camuñas que terminó por desnivelar el encuentro. En un partido delicado para Camacho, cuestionado ya por la afición rojilla, consiguió Osasuna la primera victoria del curso frente a un vecino con aires de equipo con andamios que ha de fijar todavía las conexiones de sus costuras.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.