En busca de una estrella
Las lesiones y la deserción de los mejores jugadores dejan huérfano el torneo de Turquía
Era Turquía convertida en una tierra de gigantes. Los edificios más emblemáticos de Estambul, empequeñecidos ante las sombras de Pau Gasol, Kobe Bryant, Tony Parker y Andrew Bogut, que botaban el balón desde las alturas. Un espectacular vídeo promocional con el que los organizadores del Mundial de baloncesto, que comenzará el próximo sábado, pretendían atraer a las estrellas de la canasta. Pero las estrellas han desaparecido poco a poco y los mejores baloncestistas del mundo no disputarán el torneo.
Ni Pau Gasol con España, ni Nowitzki con Alemania, ni Parker, Noah y Pietrus con Francia, ni Ginóbili con Argentina, ni Nash con Canadá, ni Kobe, LeBron y Howard, entre muchos otros, con Estados Unidos -de hecho, ninguno de los que ganaron el oro olímpico en Pekín hace dos años-, ni Holden y Kirilenko con Rusia, ni Okur con Turquía, ni Yao Ming con China, ni Lorbek y Smodis con Eslovenia, ni Papaloukas con Grecia, ni Siskaukas y Jasikevicius con Lituania, ni Stojakovic con Serbia... En el Mundial estarán las mejores selecciones -de entre los primeros 21 conjuntos en la clasificación de la FIBA falta Italia, octava, aunque en una aguda crisis-, pero faltarán los mejores jugadores del planeta.
Estados Unidos ha descartado al base Rondo por "asuntos personales"
Dos de las tres últimas bajas significativas han llegado por lesión: Calderón, en España, y Nené Hilario, en Brasil. La otra, la de Rajon Rondo, en Estados Unidos, la ha decidido Mike Krzyzewski. El seleccionador norteamericano ha sorprendido a todos porque el base de los Celtics de Boston había cuajado una temporada sensacional. Pero en el partido amistoso contra España no jugó Rondo ni un solo minuto. Según el cuerpo técnico, la baja se debe "a asuntos personales".
Antes renunciaron por problemas físicos jugadores como Pau, que pidió un alto tras otra temporada agotadora en los Lakers, y Bogut. En otros casos, las ausencias han llegado por las presiones de los clubes de la NBA a sus jugadores para que renunciaran al Mundial. O, simplemente, porque los baloncestistas han decidido por su cuenta ver el campeonato por televisión. La deserción ha sido un cuentagotas continuo.
La FIBA se ha quedado sin lo mejorcito de su cartel publicitario. Como ya hizo en el Mundial de 2006, el máximo organismo del baloncesto europeo ha incrementado el número de participantes de 16 a 24 -cuatro grupos de seis conjuntos cada uno, de los que se clasificarán los cuatro primeros para los octavos de final- y metió entre los participantes, a través de invitaciones, a cuatro equipos que no habían conseguido la clasificación: Alemania, Rusia, Lituania y Líbano. Pero ni así las selecciones europeas comparecen con sus mejores galas. Para algunas estrellas, el Mundial ha parecido un engorro más que una oportunidad de lucirse. Para eso está la NBA, el gran foco del baloncesto, la mejor pasarela y la meca de los negocios. Hoy por hoy, como los Juegos Olímpicos, con mucho más gancho y atractivo mediático y económico que el Mundial.
En el baloncesto, sin embargo, la polémica no es nueva. No hace tanto, en 1998, en Grecia, el cierre patronal de la NBA impidió que Estados Unidos fuera representado por un equipo comandado por Duncan, Garnett, Payton y Hill. En su lugar, Rudy Tomjanovich, el técnico de Houston y también seleccionador, tuvo que agitar una coctelera plagada de descartes de la NBA y que se ganaban la vida en clubes europeos, como Wood (Barcelona y Tau), Alexis (Madrid y Berlín) y Hawkins (Olympiacos). Aquel equipo concluyó en el tercer puesto. Cuatro años antes, en Toronto, los estadounidenses, con Dumars, Shaquille O'Neal, Miller y Kemp ganaron el oro tras vencer por 46 puntos en la final a Rusia. Por entonces, la única selección que podía competir contra ellos con alguna posibilidad era la de Serbia, excluida del torneo a causa del embargo decretado por la ONU por el conflicto bélico en las ex repúblicas yugoslavas.
Ahora, Serbia vuelve a estar pendiente de otra posible sanción a varios de sus jugadores, especialmente a Krstic, tras la tangana en el amistoso que jugó contra Grecia la semana pasada.
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